jueves, 16 de junio de 2011

¿VIOLENCIA? ¿CUAL VIOLENCIA?

Tras la campaña zapaterista de echarle la culpa de sus desastres electorales al primero que pasaba por allí, - IU-, y rememorar la célebre pinza que tanto juego le dio al de los gatos negros o blancos para implantar la deriva derechista del Psoe, hasta el más recalcitrante de los ciegos voluntarios ha de ver claramente hacia que linde tira la burra de Ferraz. Y es que al contrario de lo que sucedió en otra ocasión histórica, -revolución del año 34-, los zapateristas asturianos han apoyado al PP con la misma naturalidad, con la misma ausencia de violencia con la que por aquí y por allá apoyan a Botín, a González, a los ladrilleros, a sus colegas ex-políticos que han hundido las cajas de ahorro y a los mercados internacionales que los están extorsionando.
Pero claro, eso no es violencia sino que es lo más natural y legítimo del mundo capitalista. Actuando así no se violenta la conciencia o identidad política de los socialistas asturianos, si es que sobrevive alguno. Su proceder tampoco supone violación alguna de lo que en los últimos días han venido afirmando por todo el territorio, aun, nacional…..“Habrá acuerdos de izquierda allá donde ambas fuerzas tengan presencia institucional”. Y por supuesto ninguna violencia sufren aquellos que, frotándose las manos, han votado al candidato del PP, a pesar de tener en el bolsillo un documento, el carnet del Psoe, en el que pone lo siguiente: “Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas, ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para llevarlas a todas partes” Firmado, Pablo Iglesias.
En Asturias hoy, en el País Vasco antes de ayer, antes en Navarra y por doquier desde el año 2000, estos zapateristas han entendido que la mejor manera de llevar las ideas socialistas a todas partes es encargando esa tarea a la otra derecha política y a los mercados, que son, como todos sabemos, los que mejor pueden difundir e implantar el ideario de Pablo Iglesias.
Mientras, para los instalados, para los que desde sus respectivos escaños no sienten violencia alguna cuando traicionan y maltratan a sus conciudadanos, para los que día a día nos traicionan y esquilman, para ellos, los que hace unos días eran solo pacíficos e inofensivos indignados, ya hoy son peligrosos y violentos agentes al servicio de Moscú, bueno ya no, al servicio de Bin Laden, bueno tampoco, bueno al servicio de algún malvado oculto estarán pues con la más descarnada violencia y haciendo uso de todo su arsenal de armas de destrucción masiva, escupitajos incluidos, han vociferado y han interrumpido el paso de Gallardón y su perro en Madrid y de los diputados del Parlament en Barcelona, llegando al extremo de lanzar un “misil lítico manudirigido”, -léase guijarro-, al ministro de aquello de….”nunca llegaremos a tener cuatro millones de parados”, el Corbacho, por lo cual, el amo regional de la porra, el insaciable Más y Más y Más, cual matón de discoteca, les ha advertido sobre el riesgo de traspasar su línea roja.
Que me pregunto yo, ¿una vez traspasada esa desconocida línea roja, los violentos serán considerados terroristas o genocidas? Más que nada por saber si se limitarán a encarcelarlos, ya que según Bono poner a parir a un representante del pueblo es delito, o si acudirán a su NATO para que los bombardee atados de pies y manos en la playa de la Barceloneta. Aunque no sé yo si accederán los yankees a gastar bombas inteligentes en semejante estupidez, ya que conocen que el único combustible que tienen estos violentos anti-sistema es el previamente comprado en las gasolineras, pero que por su reacción, quizás estén pensando en tomar la decisión de trasvasarlos del depósito del coche a botellas de cristal con tapón de trapo.
Y es que señores indignados, delincuentes, okupas, violentos, terroristas o genocidas todos al servicio del mal, deben Vds. saber que los desahucios, los despidos, la inseguridad económica, la pobreza y el hambre que ya empieza a azotar a más del 5 % de conciudadanos que no pueden comer a diario, no son formas de violencia, no, que nadie se alarme, son las diversas, naturales, pacificas y legitimas formas con las cuales los mercados asignan recursos.
Así que, hermanos en la estupidez gritemos ¡Aleluya!, estamos salvados. La paz, su paz, sea con nosotros.

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