Allá por el mes de julio me despedía de muchos compañeros/as de mi agrupación, entre ellos, de Paquita Gonzalez. Hoy, desgraciadamente lo tengo que hacer de nuevo.
Se nos ha ido una joven, firme, e integra luchadora socialista de 94 años.
Dos pequeños poemas de Miguel Hernández quiero que la acompañen:
Mi casa es una ciudad,
con una puerta a la aurora,
otra más grande a la tarde,
y a la noche, inmensa, otra.
¿Quién llenará este vacío
de cielo desalentado
que deja tu cuerpo al mío?
Hasta siempre compañera.
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