viernes, 28 de diciembre de 2007

¿INOCENTES?

Como es fecha de tradición bromista, pensaba tomármela en silencio, ya que entiendo que no está el horno para bollos, pero bien pensado(¿o no?, vaya Vd a saber), y puesto que se conmemora la matanza, si la matanza, de inocentes que ordenada por un sátrapa que quería quitarse de en medio a un inocente en concreto por el método de matar "moscas" a cañonazos......., yo diría que pocas bromas cabe hacer para tal efemérides recordar.
Pero como esto es lo que hay....pues que me vienen a la cabeza los "inocentes" que en este país son, que anclados en una u otra orilla mantienen a sus respectivos sátrapas mas por rechazo al de enfrente que por convicciones y acciones contrastadas.
Y digo que son inocentes ya que tienen a su alcance el algodón que les permitiría comprobar cuanta suciedad hay aquí y allá, que esto es un juego de los poderosos que permiten que unos chicos de un lado y otros del de enfrente se dediquen a la política siempre y cuando no les toquen las palancas de poder que como siempre están, y han de seguir estando, añaden, en las mismas manos.
Esta es la razón por la que salvo en zonas de fanatismos religiosos y/o culturales que mantengan sistemas de gobierno teocráticos o militaristas o de monarquías absolutistas, salvo en estas zonas, la democracia burguesa occidental, tal y como se la concibe hoy día, no como se concebía antes, desde valores que regían toda la actividad política, esta democracia avanza, se extiende, bien que poco a poco, en zonas donde hasta no hace mucho las dictaduras imperaban. Pues que bien. ¿Verdad?
Lo malo es que estas democracias, las nuevas por recientes y las mas antiguas, tienen ya en común un denominador que las divide o un sustraendo que las resta. Este denominador es la imposibilidad absoluta, establecida en los momentos del transito de un sistema a otro, de alterar los equilibrios de poder previamente establecidos, y fundamentalmente los económicos.
Por ello, y aquí presento mi declaración, es de una inocencia supina, pretender que en cualquier sociedad burguesa la igualdad sea un valor por el que colectivamente se trabaje en política, ni desde la izquierda practica ni menos aún desde la derecha, pero como cuando la igualdad no es un referente ni político ni social, antes o despues se acaba produciendo el efecto contrario, por el cual la injusticia, la insolidaridad, las diferencias y el malestar social crecen, y seremos inocentes los que sigamos creyendo en la igualdad como valor social para alcanzar el equilibrio y la fortaleza y bienestar colectivo, pero a la larga los inocentes serán, por estúpidos, los que pueden perder mas que los que poco podemos perder en nuestra actual inocencia. Y no es broma.

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