SIN RUMBO CIERTO

La verdad es que uno se cansa de tanto ver, casi exclusivamente, aspectos negativos de la política nacional, y creo que no es malo preguntarse si estaré jugando el papel de "profeta" de desgracias. Y esto, como todo, tiene su prueba del algodón.

Si lo que vengo afirmando son hechos o por el contrario profecías o adivinaciones, seré testigo independiente de mi tiempo o por contra, profeta de calamidades. Si lo que vengo afirmando, de esta manera u otra parecida, lo comparte alguien, entonces, o bien está creciendo el número de profetas, o los engañados son menos. Si gente como Soledad Gallego-Diaz, veterana periodista de "El País" viene a coincidir conmigo, o yo con ella, que no se me caen los anillos, en que la desaparición del impuesto sobre el patrimonio es un claro ejemplo de la conversión cuando menos al centrismo, - a ver si de una vez conseguimos perfilar que es eso-, de este Psoe de don ZP. Si a lo largo de cinco magníficos artículos José Vidal Beneyto nos ha demostrado cuan voluntaria es la desbandada de la izquierda, y cuando, finalmente, la primera del diario que tantas veces nos ha servido de referencia como otras nos ha cabreado, refleja en la portada de un sábado, cómo y quienes están diseñando la ruta del giro socialista al centro, cuando todo esto sucede, uno se reconforta y se deprime.

Me reconforto al ver que, con los matices que se quiera, mis análisis no estaban desencaminados y mis denuncias no eran, como dicen algunos, fruto del cabreo, sino de la maduración, la información y la constatación de hechos, y de otro lado me deprime llevar razón, ya que ese acierto viene a poner en evidencia la supuesta ceguera, la probable mudez sobrevenida y el seguro calculo interesado que muchos hacen para seguir en el Psoe como si no estuviera pasando nada.

Ceguera de aquellos que teniendo como tienen delante de sus ojos toda esta traición a la historia de este partido, no quieren verla y quieren pensar que es el devenir natural de los tiempos. Pareciera que les encanta hacer de cigarras, sea invierno o verano en la política, y ya se sabe, que no hay peor ciego que el que no quiere ver.

Mudos se han quedado otros que viendo y sabiendo lo que están haciendo estos asaltantes de la historia, y callan en un ejercicio de corrupción, cuando menos mental, ya que estos son los que están instalados y venden su conocimiento y verdad por su indigno plato de lentejas, ya que sus cálculos les han venido a demostrar que les puede ir mejor calladitos.

Pero me duele toda esa gente de buena fe, militantes y votantes de este Psoe que son a los que utilizan los anteriores para eternizarse en las alturas, medrar, engordar y mantener las apariencias de gente coherente con la historia del Psoe.

Todos conocemos a muchos de aquellos. Tanta y tanta gente que están en el Psoe por cuestiones de historia familiar, por convicciones y valores que imputan también a todo el colectivo militante para así sentirse arropados en la coincidencia de esos valores y la consiguiente forma de entender la vida. Tanta gente, sobretodo, mayores, que hicieron razón de su vida el transito por el franquismo conservando los valores históricos de "su" partido, y que en forma alguna aceptan creer, por mas que se lo demuestren, que quienes los dirigen y los representan hoy nada tienen que ver con los que antaño fueron sus referencias éticas y políticas.

Tanta gente que sigue dando por buena cualquiera cosa que venga de las alturas, ya que ellos a cualquiera que llegue arriba, lo consagran, sin saber que esto es lo que a los de arriba les sirve para, como tanto dictadorzuelo que en el mundo han sido, aprovecharse de los mas débiles.

No pretendo cambiar nada, sé que individualmente no se puede, pero si hoy, sábado 8 de diciembre, día de la Purísima, se obrase tamaño milagro, cual fue el de su inmaculada concepción, yo me pediría que la portada de "El País" fuese el revulsivo para que los que siendo de izquierda moderada, social-demócratas, mandasen a los ZP, Pepiños y compañía a hacer tantas puñetas como mentiras han dicho en estos siete años que llevan engañando y "engordando".