domingo, 5 de septiembre de 2010

PRUEBA DE COBARDIA


De pequeño oí decir más de una vez que es en la mesa y en el juego donde se ve al caballero. No deja de ser otro dicho más de los que poblaban aquel mundo aparentemente tranquilo y aburguesado, pero realmente mísero del franquismo. Pero en ese ayer, tanto como hoy, se cumple el dicho al pie de la letra.
Paso por alto el comportamiento que como comensal se ha de tener a la mesa pero no el que debe identificar a un señor en el juego, concretamente en el juego de la política.
Del año 2004 a finales de 2007 todo iba sobre ruedas en la política española. Los progresistas gobernando, la economía a toda marcha, se reprodujo aquello del “give mi Two, que en los viajes a Nueva York los curritos hacíamos, y casi que se alcanzó una tasa de paro cercana al pleno empleo oficial. Era por entonces cuando osaban afirmar los progresistas de Zp que habíamos adelantado económicamente a Italia e íbamos a por Francia. Era cuando los más sensatos hablábamos de la burbuja del ladrillo y lo inevitable de su explosión. Era cuando los zapateristas denostaban cualquier atisbo de crítica o duda sobre la infalibilidad y la baraca del iluminado de León.
Pero llegó el último trimestre de 2007 y comenzaron a caer palos de su sombrajo y tan rápidamente quedaron al descubierto que tuvieron que utilizar todas sus presiones, amenazas e influencias para que la palabra crisis permaneciese desterrada del diccionario político español.
Conseguido este primer objetivo, estábamos en una inapreciable desaceleración económica, se centraron en demostrarlo, y lo hicieron a lo grande, tirando de presupuesto público y de deuda. 400 euros para todo el que hubiese presentado la declaración por IRPF, 2500 euros por cada nuevo ciudadano, rebajas en las cuotas patronales de la Seguridad Social, y obras públicas a destajo, si eran necesarias como si no.
Lo que hiciese falta con tal de llegar sin crisis a marzo de 2008 y ganar las elecciones, que de otra forma las tenían perdidas. Después, el diluvio. Paro al 20 % de la población activa, ingresos fiscales en descensos abismales, emitiendo deuda al doble de los intereses de la que vencía para no ser tachados de insolventes, mas miles de millones para sus amigos ladrilleros, como formula fallida para contener el crecimiento del paro.
Y con todo lo anterior y alguna que otra medida más orientada a asegurar su propio futuro, nada, que no escampaba. Hasta que llegó el mes de mayo de este año y la Merkel y Sarcozy le pusieron los puntos sobre las íes, y el FMI y el BCE le cantaron las cuarenta, “o haces lo que te decimos o se acaba el euro para España”, le dijeron, más o menos.
A partir de ese momento, sí que había crisis y sí que era imprescindible proceder a unos ajustes que por conocidos por todos no relataré. Solo apuntar que han sido, son y serán tan anti sociales que hasta los apesebrados sindicatos se han visto obligados a convocar una huelga general.
Y así las cosas llega el día 5 de septiembre de 2010, o sea hoy, o sea el día en que se celebra la fiesta esa de Rodiezmo. De otra manera, ha llegado el día en el que en esa mesa de juego que ha sido la política para Zp, este habría de demostrar su caballerosidad política, su altura ética, su señorío intelectual y su dignidad como presidente del gobierno español.
Pero ni que decir tiene que el líder de los que menos tienen no va a aparecer por aquella campa de sus antiguos placeres obreristas. Y es lógico que desde su lógica, que así actúe. No tanto porque el meterse en la boca del lobo, que más desdentada que la de la UGT pocas habrá, sea una temeridad, no, hay otras razones.
La primera consiste en la poca consistencia de los argumentos que ha dado sobre la ineludible necesidad de actuar como lo están haciendo con los trabajadores. Ni él mismo ha de estar convencido de tan ineludible como amargo cáliz. Y debe ser así ya que, en sentido contrario, si estuviese totalmente convencido de la necesidad y conveniencia de sus medidas para con el bienestar general fiaría en su capacidad de convicción y daría la cara.
La segunda razón de su huida la entiendo como de exclusivo carácter anímico. Para mí que este es un simple cobarde que ni tan siquiera tiene el coraje de hacer frente a aquellos a los que sabe que está perjudicando con sus determinaciones, admitir ante ellos su debilidad y su humillación ante los poderes económicos mundiales, pedirles perdón, y allí mismo, ante sus antiguos votantes, presentar su dimisión.
Qué cosas se me ocurren ¿verdad?. Pedirle a Zp señorío y dignidad.

2 comentarios:

Cándido Fernández dijo...

Mensaje recibido de Pablo que subo por haber fallado la via normal.
Cándido: Llevo 20 años en el partido,he visto cosas rarísimas que no entendía porque todo se cocinaba en la oscuridad.Leo tu blog con entusiasmo porque pones luz sobre muchas cosas que los pesebreros se encargaban de ocultar. Estoy de acuerdo con mucho de lo que dices ,con otras cosas no, pero me pareces una persona decente y honesta ,valores fundamentales para mi.Comprendo las razones que te impulsaron a dejar el Partido, pero creó que se avecinan otros tiempos y gente como tu es necesaria.Prefiero discrepar al 100 por 100 contigo que estar de acuerdo un 1 % con algún sinvergüenza que se llama a si mismo socialista. Piénsatelo. Un abrazo
Por Pablo el PRUEBA DE COBARDIA

Anónimo dijo...

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