Todos conocemos a alguien que con más o menos frecuencia se pone ciego de algo. De cubatas, de calimocho, de whisky, de canutos o de algo peor, pero nunca había conocido a quien fuese capaz de ponerse hasta las cejas, (nunca mejor dicho), de una nueva droga que por Europa deben haber distribuido estos últimos días y que debe llamarse algo así como "queimportantesoy", (en ingles "yesObama"), ya que de otra forma no me explico, que si llega a ser cierto lo que la prensa anticipa, pueda cometerse desafuero tan tremendo como el nombrar a Pepiño ministro de España.
Por si fuese poco el haber provocado un desempleo fuera de todo control que mas de un disgusto les va a traer, con las arcas vacías de tanto dispendio con los bancos, en caída libre en las encuestas, favoreciendo el fracaso social y el descrédito generalizado de la política, sin la confianza de sus propios votantes y cayendo en las manos de la derecha mas radical, País Vasco y Madrid, en el comienzo de la Semana Santa, al ilumidado de la Moncloa le deben haber saltado todos los fusibles en Londres o en Praga y de repente se le cuaja tan brillante ocurrencia.
Por si fuese poco el haber provocado un desempleo fuera de todo control que mas de un disgusto les va a traer, con las arcas vacías de tanto dispendio con los bancos, en caída libre en las encuestas, favoreciendo el fracaso social y el descrédito generalizado de la política, sin la confianza de sus propios votantes y cayendo en las manos de la derecha mas radical, País Vasco y Madrid, en el comienzo de la Semana Santa, al ilumidado de la Moncloa le deben haber saltado todos los fusibles en Londres o en Praga y de repente se le cuaja tan brillante ocurrencia.
No merece la cosa mas comentario ya que los dos interfectos son conocidos de sobra, lo que si merece la pena es que todos los creyentes se pongan a implorar a sus respectivos cielos para que tal desastre no se concrete, ya que entiendo que todos, creyentes y no creyentes, podremos coincidir en un interrogante común, ¿Que hemos hecho para merecer esto?.
No me extrañaría que estos dos, tras convertir el consejo de ministros en sede de antiguos bufones borbónicos, acabasen como el lagarto de la película de Almodovar, arrojados por el balcón y estampados en el patio de vecinos, electoral y politicamente hablando.
(O sea que a lo mejor este es el comienzo de la solución.........pues nada, ¡Pepiño for president!)
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