MIENTEN COMO BELLACOS. DEMOSTRACION.

Tras innumerables voceríos que a lo largo de casi veinticinco años vienen advirtiendo sobre el derrumbe del sistema de protección social español, todos ellos cimentados en “profundos, sesudos e incontrovertibles estudios”, resulta paradójico que lo que se ha derrumbado ha sido el sistema financiero del que emanaban tales profecías.
La última de ellas, la iniciada por don Mafo, -al cual he llamado bellaco por su forma de mentir-, hace necesario que, tras haber aclarado qué es lo que está sucediendo con las cuentas de la Seguridad Social, contemplemos a otros protagonistas que de ninguna manera son actores secundarios, y que por ello merecen tanto o mas el calificativo de bellacos que el gobernador del Banco de España.
Veamos en primer lugar si las características de otros ataques a las pensiones públicas se cumplen en esta ocasión y junto a ellas el comportamiento de los actores de esta tragicomedia.
Siempre que desde instancias no gubernativas se ha producido un ataque al sistema de la Seguridad Social, siempre ha tenido las siguientes características: 1º.- Se ha emitido desde supuestas instancias profesionales cercanas a núcleos financieros o aseguradores privados o asociaciones patronales de esos sectores. 2º.- Siempre, en el frontispicio del ataque se ha declarado que la intencionalidad del “estudio” era salvaguardar la permanencia y mejora del sistema. 3º.- Siempre, en los últimos años, tales ataques o han precedido o han coincidido con programadas reuniones del Pacto de Toledo. 4º.- Siempre, las reacciones de los órganos oficiales directamente relacionados con la Seguridad Social han sido inversamente proporcionales en su contundencia a la contundencia del ataque que el “estudio” de turno presentaba. Y 5º.- Siempre, a cada ataque al sistema le ha sucedido una rebaja de las cuotas patronales, una rebaja de las pensiones o de ambas a la vez.
Hoy, este último ataque tiene de particularidad, que proviene de una instancia tan oficial, tan gubernamental como es el Banco de España, cuyo gobernador fue recientemente nombrado por el Consejo de Ministros, particularidad que no solo cumple la condición numero uno sino que la potencia y en principio, la prestigia, ya que mas banco que el Banco de España aquí no lo hay. Por ello quien argumente divorcio entre Mafo y el gobierno es que ni conoce al Gobernador, prototipo de funcionario leal a sus amos, ni conoce la genética capitalista de los gobiernos de Zp.
En esta ocasión los disfrazados tiburones han subido la apuesta y a la vista de lo lento que caminan sus apetencias, de hacerse con el “negocio” o al menos parte de él, han decidido que el método más eficaz en las largas batallas de asedio al sistema de la Seguridad Social es el utilizado en Troya por los atenienses, y han acertado con la elección de Mafo, ya que difícilmente puede encontrarse acémila traidora más introducida y mejor situada dentro del ejército supuestamente adversario a los banqueros sitiadores.
Tras las declaraciones de Mafo, tanto el ministro Corbacho como la vicepresidenta de la Vega saltan a la opinión pública tratando de restar valor a lo dicho por Fernández Ordóñez, pero ninguno llega a rechazar con contundencia lo sustancial de sus afirmaciones, que no ha sido si los superavits se agotarán este año o no, lo sustancial de lo que planteó fue la necesidad de cambiar solo uno de los factores de estabilidad económica del sistema, el gasto en pensiones, nunca los ingresos. Y como de costumbre, toda su declaración fue precedida de una sana y solidaria intención de defender la estabilidad del sistema. Condición numero dos cumplida.
Por ser de todos conocida no hay que resaltar que se da la “casualidad” que los integrantes del Pacto de Toledo están en periodo de sesiones ya que hace días que se constituyó por lo que todos los declarantes se han remitido a lo que en él se determine para eludir su responsabilidad, tratando de ocultar que el gobierno es miembro, y determinante, en los acuerdos reduccionistas que de allí han salido. Condición numero tres cumplida.
También es sabido que Corbacho, de la Vega y el domingo, Zp, han suavizado, han matizado, han relativizado lo dicho por Mafo. Todos han dicho sentirse molestos, pero Zp no ha sido capaz de pasar de una aparente y benévola colleja diciendo que los estudios son superficiales, ¡grandiosa descalificación!, y de la Vega, al decir que lo que no se puede hacer es alarmar a los pensionistas oculta que lo que le molesta de las declaraciones de Mafo es que les ha reventado la “sorpresa”. La realidad, más allá de huecas palabras, es que ninguno de ellos ha rechazado de plano una reforma, como siempre a la baja, de las pensiones del sistema público de protección social, dando cumplimiento, con tan suaves respuestas, a la premisa numero cuatro antes enunciada, inversa proporcionalidad a la dureza del ataque al sistema.
Por último, para comprobar si se cumple o no la condición numero cinco, aquella que en el pasado se ha venido concretando en sucesivas bajadas de las pensiones, tan solo habrá que esperar unas semanas, hasta despues de las elecciones europeas y la prueba del algodón sobre el comportamiento antisocial del gobierno de Zp se habrá constatado de nuevo.
Vergüenza debiera sentir todo socialista que en época de vacas gordas hubiese coadyuvado a la generación de excedentes en el sistema de protección social que no han revertido en los trabajadores, cuando, al tiempo, se ha reducido el gasto social, se han ampliado en dos ocasiones los periodos de calculo de las bases reguladoras de las pensiones con la consiguiente bajada de las cuantías de las mismas, se han reducido en un 20 % las cuotas patronales y nada las cuotas obreras, y cuando más de un tercio de los superavits habidos se han derivado a lo que los progresistas de Zp llaman políticas económicas discrecionales, eufemismo de la acción anti-redistributiva que esta nueva derecha zapaterista practica, quitar dinero de los salarios diferidos de los trabajadores para engordar a los plutócratas.
Pero la vergüenza es un sentimiento que proviene del reconocimiento íntimo de un error, o una traición a algo en lo que se cree. Y aunque sé que los hay, ¿donde y como están los socialistas que pudieran sentirse avergonzados de lo que practica un gobierno extraído del PSOE? Porque lo que es evidente es que en el gobierno nadie se avergüenza de tal proceder.
O ¿no es para avergonzarse el respaldar por activa o por pasiva a un gobierno cuando este trasvasa al bolsillo de los banqueros las cantidades mas ingentes y gratuitas que jamás, nunca jamás como ahora con Zp se les han regalado, al tiempo que se aprestan a expoliar un poco mas a los que menos tienen, a los que por su edad, ni trabajo tendrán, para así disponer de mas, para mas regalar a sus amos los banqueros?.
En alguna ocasión los he comparado con el estafador Madoff, (“los Madoff ibéricos”), en otras con los anti-robinhood que son. Hoy queda demostrado que no solo bellacos por mentir son. Son traidores a las siglas que usurpan, a la historia del partido y a las esperanzas de los que aun tan confiados como engañados les votan, y fundamentalmente son traidores a un mínimo sentido de la justicia y de la cohesión social que todo bien nacido ha de tener para considerarse miembro activo de la raza humana. Bellacos, traidores y desalmados.