No es día para recordar la decantación de apuestas o augurios que hoy se concretan y con esos aciertos lapidar a incapaces y fracasados.Hoy, solo los mas miserables, aquellos que se regocijarán en el mal ajeno, usarán como munición a 4.010.700 parados para daño hacer al oponente político.
Hoy es el día en que unos y otros, los miserables que por defender sus excesos despiden destruyendo vidas ajenas, y los miserables que desde la política ayudan a los que el mal del paro producen, todos, debieran tener 24 horas completas, seguidas, sin que nada les alterase su desazón por el fracaso social que están provocando. Hoy debiéramos, entre todos, crear un silencio total, un ambiente tal que nada les evada, que nada les distraiga, ni de forma momentánea, del malestar que sus conciencias, muchas de ellas católicas, les generen por su enorme responsabilidad culpable.
Deberíamos conseguir que, al menos durante 24 horas, se sintiesen condenados a un solo día de cárcel interior, y que esta les corroyese sus entrañas por el mal causado a tanto ciudadano a quienes la dignidad, la estabilidad y los más básicos derechos han saqueado.
Que todos los implicados directa e indirectamente en haber provocado que este país suyo sea un corral de infelicidad, de injusticias, de insolidaridad, sufran solo durante un único día la pesadumbre de haber creado un infierno social allá donde todo favorece la implantación de un pequeño paraíso social.
Pero…..ni tan siquiera esta pequeña compensación es posible. Los miserables solo sienten el grosor de su cartera. Los miserables, a pesar de que muchos de ellos pretenden salvarla, ni alma tienen.
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