Creo que de una u otra forma los descreidos de hoy, aquellos que antaño fuimos (mal)educados en el nacionalcatolicismo franquista, tenemos un resquemor, una duda o un no sé qué respecto a lo del más allá (y no me refiero a Parla) que, más para mal que para bien, nos influye en el más acá.
No seré yo el que trate de despejar dudas, misterios o milagros, que quizás nada de eso sean o merezcan ser, pero en ocasiones, cuando la duda sobre la transcendencia del ser humano nos asalte y montados en nuestra petulancia de sabernos vivos y conscientes de nosotros mismos pretendamos ser algo más que meros y exclusivos transeúntes de este mundo, no viene mal acordarse de señales que nos demuestran que, aun pudiendo existir ese mas allá, ha de estar tan vacío como muchas ilustres y conocidas cabezas, o si acaso alguien allá hubiese, o está fuera de cobertura o sordo es a las demandas que los más firmes creyentes le imploran.
Así, tengo por seguro que tanto los millones de lectores que me siguen (¡!)como aquellos otros que aun teniendo sentido común, al no leerme, no lo demuestran,-los menos-, todos, sean creyentes o no, hoy, los primeros habrán visto tambalearse sus creencias, y los segundos se habrán ratificado en su escepticismo, ya que tras implorar a sus respectivos cielos, sean ensoñados o racionales, que no se concretase el desatino que el domingo solo se aventuraba sobre posibles nombramientos gubernamentales, estos no solo se han confirmado, sino que en una demostración de cuán lejos puede llegar la estupidez de algunos vamos a tener un mismo gobierno a don Pepiño y doña Trini a la vez.
Sé que estamos a 7 de abril y no a 1 de noviembre, pero para mí, como que viene a cuento eso del Tenorio de…….”Clamé al cielo y no me oyó/ mas si sus puertas me cierra/ de mis ”votos” en la tierra/ responda el cielo y no yo”.
Más o menos era así. ¿O no, don José? (me ahorro el apellido para que nadie se pique).
No seré yo el que trate de despejar dudas, misterios o milagros, que quizás nada de eso sean o merezcan ser, pero en ocasiones, cuando la duda sobre la transcendencia del ser humano nos asalte y montados en nuestra petulancia de sabernos vivos y conscientes de nosotros mismos pretendamos ser algo más que meros y exclusivos transeúntes de este mundo, no viene mal acordarse de señales que nos demuestran que, aun pudiendo existir ese mas allá, ha de estar tan vacío como muchas ilustres y conocidas cabezas, o si acaso alguien allá hubiese, o está fuera de cobertura o sordo es a las demandas que los más firmes creyentes le imploran.
Así, tengo por seguro que tanto los millones de lectores que me siguen (¡!)como aquellos otros que aun teniendo sentido común, al no leerme, no lo demuestran,-los menos-, todos, sean creyentes o no, hoy, los primeros habrán visto tambalearse sus creencias, y los segundos se habrán ratificado en su escepticismo, ya que tras implorar a sus respectivos cielos, sean ensoñados o racionales, que no se concretase el desatino que el domingo solo se aventuraba sobre posibles nombramientos gubernamentales, estos no solo se han confirmado, sino que en una demostración de cuán lejos puede llegar la estupidez de algunos vamos a tener un mismo gobierno a don Pepiño y doña Trini a la vez.
Sé que estamos a 7 de abril y no a 1 de noviembre, pero para mí, como que viene a cuento eso del Tenorio de…….”Clamé al cielo y no me oyó/ mas si sus puertas me cierra/ de mis ”votos” en la tierra/ responda el cielo y no yo”.
Más o menos era así. ¿O no, don José? (me ahorro el apellido para que nadie se pique).
1 comentario:
Te olvidas de Chaves, con su experiencia en Andalucia, dentro de poco estaremos igual en el resto de España. Con una tasa de paro de más del 20% y el PSOE ganando elecciones una tras otra. ¡Viva el modelo andaluz!
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