lunes, 26 de mayo de 2008

¿POR QUÉ SERÁ?

En el campo de batalla político, todos estamos al tanto de las supuestas sorpresas que el lio del PP nos regala un día sí y otro también.
Primero el Zaplana, luego el Acebes, después la lideresa, ahora que si el zombi , Mayor Oreja, que si la San Gil y el rescatado Ortega, y el Elorriaga cierra momentáneamente la lista de traidores/cabreados/comprados o vayan Vds a saber qué es lo que mueve a esta tropa a machacarse a un partido que por liado y derrotado que esté, es esencial para la democracia.
En estos últimos días he leído y oído multitud de declaraciones de unos y de otros, y unos, por ser los directos afectados están en su derecho a decir lo que les venga en gana, pero otros, los de fuera, los que investidos de generales de opereta, arengan desde los pulpitos del papel prensa o de las ondas de radio, a sus escasas tropas, como bien se ha comprobado, tropas tan extremistas y descerebradas como los que las impulsan a asaltar a quienes, hasta hace solo unos días, eran sus paladines. Estos agitadores de pacotilla, lo que quieren es pescar peces sin mojarse el culo, y a esto no tienen derecho.
Pero hay otros que también desde fuera, y desde la supuesta acera de enfrente, -acera política-, se dedican a decir que es lo que le conviene al PP y que es lo que le conviene al Psoe que pase en el PP. Como si dentro del Psoe no hubiese tantos líos, es verdad que de menor calado, ya que el disponer del presupuesto del Estado da pero que muchas puntadas a lienzos tan desgarrados como el que pinta en Madrid, en Valencia o en Navarra.
Tanto los primeros, el del corsé y el de la Cope, como este último, ya que del don Pepiño hablo, solo merecen el mínimo desprecio que los contables de su propio interés han de obtener.
Por el contrario he oído una intervención sobre este mismo tema clara, contundente e inteligible. Es obvio, que si no me equivoco en los calificativos, esa intervención solo puede ser de Juan Carlos Rodríguez Ibarra. Ha dicho “como socialista me froto las manos, como demócrata me preocupa y mucho la situación del PP y la repercusión que esta pueda tener en el sistema”. No es malo que alguien marque diferencias y ponga de manifiesto que lo que natura no da, Salamanca no presta, que dice un viejo dicho.
Aun así, me preocupa el no haber oído nada desde la boca de los dueños del país. Nada han dicho, nada han aportado, nada han cuestionado los poderosos del dinero sobre el conflicto del PP. Me preocupa, pero no me extraña.
Si con una escueta ración de memoria analizamos cómo y con quienes se han movido en democracia los plutócratas, no hay por qué extrañarse de su aparente desapego hacia los problemas que padecen los peperos. A estos ejemplares y responsables ciudadanos, co-vigilantes y garantes de los derechos y libertades de este país, lo único que les preocupa es si lo suyo, el dinero, va bien, o en el peor de los casos, si los que circunstancialmente defienden sus intereses están en condiciones de seguir haciéndolo con garantías. Y es evidente que la respuesta que a sí mismos se dan es positiva, el zapaterismo es magnífico garante de sus intereses, por lo que no hay que preocuparse de las cuitas de Rajoy y los suyos.
Si en la situación de confrontación interna del PP, que no permite mucho optimismo, y con las neuronas del Psoe en hibernación por el invierno que impone el poder, pero con, aun larvados, desgarrones internos que la deriva derechista está agravando, si en estas circunstancias nadie se ocupa de delinear el inmediato futuro que el sistema político español puede sufrir en no mucho tiempo, tenemos un grave problema, y lo peor es que se agravará.
Si la ruptura de la solidaridad se impone, si la igualdad es solo una prédica, si el incipiente camino hacia los equilibrios interterritoriales no alcanzados se diluye, si el creciente malestar social por el encogimiento del seguro social que es el estado de bienestar se contiene artificialmente, si en suma, el sistema, cada día que pasa, defiende y protege menos a sus ciudadanos y concentra su razón de ser en auto-justificarse, haciéndose cómplice de los poderosos del dinero, de la política, de los medios, de los sindicatos y de los pulpitos, entonces es que premeditadamente hay quienes están consiguiendo lo que pretenden. Porque imbéciles…., pues si, haberlos hay los, pero todos……no.

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