EL PRESIDENTOMETRO

Estando como estamos, tan mal surtidos de figuras políticas de autentico peso especifico, la derecha sin complejos, la más extremada, patrioteril y vaticanista anda repitiendo por las esquinas de sus medios de formación del espíritu nacional, que vuelve el Hombre, que retorna el Mejor Presidente que España ha tenido. Que Aznar y su perro saben, de nuevo, que es lo que hay que hacer con la hija del boticario que para ellos es esta España suya.
Y no es por nada, pero yo me pregunto varias cosas, primero, lo consideran el mejor, ¿contando o sin contar a don Luís Carrero Blanco?, y segundo, ¿que método de medición han utilizado para tan contundente afirmación?
La respuesta a la primera cuestión solo desvelaría donde se sitúan realmente estos neofranquistas, pero la respuesta a la segunda, para mi, si que ha de tener sustancia, que uno es de ciencias y esas cosas de la física y la química, pues que van a misa de doce.
No sé si los mundialistas, los del abecedario, los copelianos o los íntereconómicos, componentes todos del jurado calificador poseen el presidentómetro adecuado, que es el que en la imagen les presento, artilugio de última tecnología respaldado por el certificado de calidad e idoneidad expedido por la Garmendia, y fabricado en el Juan Gil Valley, pero pudiera ser que disponiendo de él desconociesen el procedimiento correcto para la determinación del peso especifico presidencial, por ello, a continuación les facilito la secuencia científica para la toma de muestras en que se ha de fundamentar tal proceso.
Una vez que se dispone de tan sofisticado artilugio se han de conseguir, por el orden de enunciación expuesto, las siguientes muestras corporales de los presidentes que se quieran comparar. 1º.- Solo uno de los dos testículos presidenciales o en su defecto y dado que los detentadores, en caso de conservarlos, pudieran dolerse, una muestra de no menos de cien gramos de zurraspa escrotal. 2º.- No menos de diez pelos supralabiales del bigote presidencial, y el que no lo luzca queda descartado de la competición. 3º.- No menos de cien gramos de las suelas de los zapatos que encima de la mesa se hayan posado en la compañía de algún presidente USA. 4º.- Cuarto y mitad de los periódicos en los que se afirme que las huelgas habidas en sus respectivos mandatos han sido un rotundo fracaso. 5º.- Diez paginas del diccionario español-tejano, tejano-español, ese que permite el ya conocido acento de “estamos en ellouuu”. 6º.- Un litro de compota de frutas de peras y manzanas mezcladas contra natura por esposa legionaria de dios. Y 7º.- No más de tres o cuatro pétalos de azahar que haya sido portado en regia boda ghürteliana-escurialense.
Tómense todas estas muestras y sumergidas en dos litros de agua destilada, tritúrense al punto de papilla, cociéndola a continuación a fuego lento hasta lograr una pasta de esencia presidencial lo mas viscosa posible. Por último, esta plasta resultante se sublimará al horno, a una temperatura de 200 grados centígrados hasta que en el recipiente solo quede el residuo sólido patriótico-presidencial, el cual depositado en el presidentómetro dará el autentico peso especifico del presidente ensayado, estándose ya en condiciones científicas de afirmar, por comparación, quien ha sido el mejor presidente.

Post Data alternativa: en caso de que ni de esta científica forma les salga que el mejor presidente ha sido don Luís, perdón, don Jose Mari, insúltese a todos los demás presidentes, pasados, actuales y ¿por que no?, también a los futuros, denígreselos, acúseselos de corruptos, de inútiles, de bobos, de incapaces, de ingenuos, de extremistas, de antipatriotas y todo aquello que se le pueda ocurrir a los mas ilustres Fedegicos. Seguro que, antes o después, el personal adicto se traga que quien ellos digan, es el mejor presidente de ¡Españacoño!.
Como se quería demostrar.

Post data 2: Y para que conste, solo decir que sigo encab..nado con el timo de la crisis, de las pensiones, y del paro.