En alguna ocasión he diseccionado los tipos de militantes que en el Psoe pululan atendiendo a características tales como ideología, los menos, intereses, los más, y formas de comportamiento político y orgánico. Hoy solo me ocupare de dos tipos de militancia, la que sin cargo o privilegio alguno entiende que el partido es herramienta colectiva para defender ideas y con estas a los más débiles de los grupos sociales, y aquellos otros que simplifican sus neuronas para extender sus haberes, los que entienden y al resto aplican el principio por el cual el partido son ellos.
Tras la reciente barrida electoral algunos de los primeros comenzaron a pensar en cómo recuperar la herramienta, el partido, a fin de resituarlo al servicio de los que eran, y ya no lo son, destinatarios de las acciones políticas del que era un partido de izquierda. Craso error, ya que solo en cinco días los del segundo grupo, a los que los medios les denominan dirigentes, les han demostrado que las causas de las barridas electorales a los barones, gerifaltes, culivotantes institucionales y mercenarios de la política y de los negocios, les importan tanto cuanto esos resultados pongan o no en cuestión su exclusivo interés personal y su carrera político-monetaria.
De estos cinco días transcurridos y de las maniobras habidas solo se puede extraer un mensaje para la militancia del Psoe, ni primarias, ni congreso esperéis, no confiamos en vosotros, no os necesitamos y no nos servís para defender los intereses que hay que defender.
En la política española la clase dominante del Psoe ha vuelto a reafirmar que primero son los intereses de los que la conforman, después los intereses de los que les pagan cuando cesan en el momio de la política activa y muy residualmente, si sus amos se lo permiten, los intereses de aquellos que ellos estimen que les pueden reforzar en su disfrute de los privilegios que a sí mismos se otorgan.
No quieren primarias, no vaya a ser que quien no deba las gane, no quieren primarias no vaya a ser que alguien hable de lo que, a su entender, no se debe hablar, no quieren primarias porque a pesar de ser la máxima expresión de participación y democracia (Zp dixit), temen someterse a la voluntad de su propios militantes.
No quieren congresos, por las mismas razones que no desean las primarias, porque recelan de los suyos, desconfían de las bases a pesar de tenerlas controladas por los respectivos virreyes territoriales y sus galeotes, no quieren congresos no fuera a ser que por encantamiento divino los delegados, los cuasi digitalizados delegados, hubiesen sido calados por los mensajes de rechazo que en toda España se están produciendo y, así, contaminados de libertad y ansias de justicia, los pusieran a todos ellos únicamente en lo ancho de los consejos de administración que ya tienen apalabrados para dentro de unos meses.
Si la desfachatez política de todo el elenco dirigente del Psoe no hubiese quedado más que demostrada de domingo a viernes, las medidas adoptadas por este gobierno zombi pone de manifiesto cuáles son sus metas y sus compromisos. Han aprobado el alargamiento de la edad de jubilación, ruegan a telefónica, Alierta y Javier de Paz, que ponga algo de dinero para las jubilaciones anticipadas de 8500 trabajadores, a las cajas de ahorro quebradas les aceptan sin miramiento alguno el despido de 19000 trabajadores, comienzan el proceso de privatización de Loterías y Apuestas del Estado para con esos ingresos engordar las ayudas a los bancos, preparan la privatización de Aena con el mismo fin, y exigen a patronal y sindicatos que para el próximo día diez de junio han de haber acordado la formula por la cual se recortaran mas derechos laborales mediante una nueva desregulación de los convenios colectivos.
La militancia decente del Psoe, les guste o no, solo tiene dos opciones coherentes con su demostrada fidelidad al partido, o los echan, o son ellos los que se van de esa cueva de sinvergüenzas mafiosos, de ladrones y de embusteros que son las diversas ejecutivas del Psoe, el Comité Federal, los comités regionales y provinciales, los grupos parlamentarios y este indecente gobierno anti socialista.
Cierto que aquellos militantes a quienes sus expectativas de carrera política les siga importando deberán ponderar el participar en la estupidez que mañana les ofertarán, una conferencia política que ni chicha ni limoná, ya que los Napoleones, (sector George Orwell), habrán previamente pactado con Izquierda Socialista que a cambio de que esta corriente de intereses mantenga o aumente sus sillones institucionales, se comprometa a verbalizar en esa conferencia alguna propuesta seudo-socialista que alegre la pajarilla a las tontas fieras que a ese circo acudan.
Tras la reciente barrida electoral algunos de los primeros comenzaron a pensar en cómo recuperar la herramienta, el partido, a fin de resituarlo al servicio de los que eran, y ya no lo son, destinatarios de las acciones políticas del que era un partido de izquierda. Craso error, ya que solo en cinco días los del segundo grupo, a los que los medios les denominan dirigentes, les han demostrado que las causas de las barridas electorales a los barones, gerifaltes, culivotantes institucionales y mercenarios de la política y de los negocios, les importan tanto cuanto esos resultados pongan o no en cuestión su exclusivo interés personal y su carrera político-monetaria.
De estos cinco días transcurridos y de las maniobras habidas solo se puede extraer un mensaje para la militancia del Psoe, ni primarias, ni congreso esperéis, no confiamos en vosotros, no os necesitamos y no nos servís para defender los intereses que hay que defender.
En la política española la clase dominante del Psoe ha vuelto a reafirmar que primero son los intereses de los que la conforman, después los intereses de los que les pagan cuando cesan en el momio de la política activa y muy residualmente, si sus amos se lo permiten, los intereses de aquellos que ellos estimen que les pueden reforzar en su disfrute de los privilegios que a sí mismos se otorgan.
No quieren primarias, no vaya a ser que quien no deba las gane, no quieren primarias no vaya a ser que alguien hable de lo que, a su entender, no se debe hablar, no quieren primarias porque a pesar de ser la máxima expresión de participación y democracia (Zp dixit), temen someterse a la voluntad de su propios militantes.
No quieren congresos, por las mismas razones que no desean las primarias, porque recelan de los suyos, desconfían de las bases a pesar de tenerlas controladas por los respectivos virreyes territoriales y sus galeotes, no quieren congresos no fuera a ser que por encantamiento divino los delegados, los cuasi digitalizados delegados, hubiesen sido calados por los mensajes de rechazo que en toda España se están produciendo y, así, contaminados de libertad y ansias de justicia, los pusieran a todos ellos únicamente en lo ancho de los consejos de administración que ya tienen apalabrados para dentro de unos meses.
Si la desfachatez política de todo el elenco dirigente del Psoe no hubiese quedado más que demostrada de domingo a viernes, las medidas adoptadas por este gobierno zombi pone de manifiesto cuáles son sus metas y sus compromisos. Han aprobado el alargamiento de la edad de jubilación, ruegan a telefónica, Alierta y Javier de Paz, que ponga algo de dinero para las jubilaciones anticipadas de 8500 trabajadores, a las cajas de ahorro quebradas les aceptan sin miramiento alguno el despido de 19000 trabajadores, comienzan el proceso de privatización de Loterías y Apuestas del Estado para con esos ingresos engordar las ayudas a los bancos, preparan la privatización de Aena con el mismo fin, y exigen a patronal y sindicatos que para el próximo día diez de junio han de haber acordado la formula por la cual se recortaran mas derechos laborales mediante una nueva desregulación de los convenios colectivos.
La militancia decente del Psoe, les guste o no, solo tiene dos opciones coherentes con su demostrada fidelidad al partido, o los echan, o son ellos los que se van de esa cueva de sinvergüenzas mafiosos, de ladrones y de embusteros que son las diversas ejecutivas del Psoe, el Comité Federal, los comités regionales y provinciales, los grupos parlamentarios y este indecente gobierno anti socialista.
Cierto que aquellos militantes a quienes sus expectativas de carrera política les siga importando deberán ponderar el participar en la estupidez que mañana les ofertarán, una conferencia política que ni chicha ni limoná, ya que los Napoleones, (sector George Orwell), habrán previamente pactado con Izquierda Socialista que a cambio de que esta corriente de intereses mantenga o aumente sus sillones institucionales, se comprometa a verbalizar en esa conferencia alguna propuesta seudo-socialista que alegre la pajarilla a las tontas fieras que a ese circo acudan.
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