Mientras los más impacientes mindundis, los damnificados del PSM, comienzan su “racaraca” interno, los desconcertados gerifaltes del zapaterismo comienzan a recibir, como aparceros que son, las instrucciones de los dueños de la finca.
Observen la coincidencia, la pura coincidencia, de las órdenes transmitidas por el capital internacional y el nacional, respectivamente, a través de sus órganos de convicción de masas.
Los primeros, los de la City, mediante el Financial Times, -cuna y relicario de las esencias del marxismo-, ordenan a sus siervos de la Moncloa que “quietos paraos”, que no es hora de hacer mudanza ni de meterse en elecciones que pudieran alterar el flujo de caudales que desde la Plaza de Cibeles se realiza todos los días hacia los bancos alemanes, franceses y alguno más británico, en pago de las trampas que sus colegas españoles tienen con ellos. Y como quien manda, manda, los mercenarios de Zp han contestado aquello de oído cocina y ya se han manifestado de acuerdo con sus señoritos.
Más por aquí, allá por el barrio de San Blas, los arruinados de Cebrián, siempre a las órdenes de Botín, se largan un editorial de esos que vienen haciendo que su clientela disminuya por momentos.
Dicen los de Miguel Yuste que son voces sensatas las que aconsejan aquello de “quietos paraos” en lo interno, y que en la acción del gobierno“….la razón única que justifica que no se adelanten las elecciones…….es, continuar con ahínco los planes para devolver la estabilidad financiera a este país y proseguir con las reformas sin peligrosas cesuras temporales, así como asegurar la estabilidad parlamentaria para todo ello. En definitiva, mantener el rumbo en un momento de grave peligro de zozobra. Y continúan: “Si los socialistas creen que la ciudadanía entendería otro proceder, entonces es que su desconexión con la sociedad española alcanza un grado tal que amenaza con arrebatarles el papel central que siempre han desempeñado en la política española”.
Creo innecesario comentar lo que por si solo se comenta. Es tanta la sangre común, -infectada por el virus del enriquecimiento rápido-, que riega los cuerpos siameses del zapaterismo y del periodismo “prisaico”, que ambos padecen igual ceguera a la hora de analizar aquellas situaciones que no respondan en exclusiva a sus personales intereses.
Si algo ha quedado claro el domingo pasado es el rechazo a las políticas económicas y sociales de este gobierno traidor a los suyos, si algo es evidente, es que aun cambiando de caras, sean Alfredo o la Chacón los que apechuguen con el marrón de ser los que en marzo pierdan las generales, mientras no haya, -en contra de lo que dictamina “El País”-, un cambio de rumbo de 180 º en las políticas regresivas del zapaterismo, la desafección y el rechazo, la fobia a las personas y a la marca política, no solo se mantendrán, sino que se incrementarán.
Ayer sostuve aquí que el mantenimiento del rumbo, y, como hoy dicen los de Cebrián, el ahínco en proseguir las “reformas”, es la estrategia que está imponiendo el capital a fin de que estos, sus comatosos servidores, limpien de dificultades el futuro de una derecha dominante, sin complejos para que en unos meses no necesiten enfangarse en aplicar otras medidas que las que estos traidores les hayan habilitado previamente a su toma de la Moncloa y del presupuesto público.
Estando así la implantación de la penúltima traición a los trabajadores, y para que al cotillón de la derecha o si quieren para que el carajillo party no le falte guinda alguna, el gobernador del Banco de España, ese sinvergüenza que se dedica a impartir doctrina capitalista en vez de vigilar los delitos bancarios, este impresentable zapaterista, exige a quien le ha puesto en el sillón que ocupa, que de una vez por todas acometa la reforma laboral definitiva.
Miedo me da. Que no me extrañaría que este pájaro abra líneas de financiación para las grandes empresas a fin de que estas compren hornos crematorios en lugar de entretenerse en esas mariconadas de ERE´s y prejubilaciones.
Observen la coincidencia, la pura coincidencia, de las órdenes transmitidas por el capital internacional y el nacional, respectivamente, a través de sus órganos de convicción de masas.
Los primeros, los de la City, mediante el Financial Times, -cuna y relicario de las esencias del marxismo-, ordenan a sus siervos de la Moncloa que “quietos paraos”, que no es hora de hacer mudanza ni de meterse en elecciones que pudieran alterar el flujo de caudales que desde la Plaza de Cibeles se realiza todos los días hacia los bancos alemanes, franceses y alguno más británico, en pago de las trampas que sus colegas españoles tienen con ellos. Y como quien manda, manda, los mercenarios de Zp han contestado aquello de oído cocina y ya se han manifestado de acuerdo con sus señoritos.
Más por aquí, allá por el barrio de San Blas, los arruinados de Cebrián, siempre a las órdenes de Botín, se largan un editorial de esos que vienen haciendo que su clientela disminuya por momentos.
Dicen los de Miguel Yuste que son voces sensatas las que aconsejan aquello de “quietos paraos” en lo interno, y que en la acción del gobierno“….la razón única que justifica que no se adelanten las elecciones…….es, continuar con ahínco los planes para devolver la estabilidad financiera a este país y proseguir con las reformas sin peligrosas cesuras temporales, así como asegurar la estabilidad parlamentaria para todo ello. En definitiva, mantener el rumbo en un momento de grave peligro de zozobra. Y continúan: “Si los socialistas creen que la ciudadanía entendería otro proceder, entonces es que su desconexión con la sociedad española alcanza un grado tal que amenaza con arrebatarles el papel central que siempre han desempeñado en la política española”.
Creo innecesario comentar lo que por si solo se comenta. Es tanta la sangre común, -infectada por el virus del enriquecimiento rápido-, que riega los cuerpos siameses del zapaterismo y del periodismo “prisaico”, que ambos padecen igual ceguera a la hora de analizar aquellas situaciones que no respondan en exclusiva a sus personales intereses.
Si algo ha quedado claro el domingo pasado es el rechazo a las políticas económicas y sociales de este gobierno traidor a los suyos, si algo es evidente, es que aun cambiando de caras, sean Alfredo o la Chacón los que apechuguen con el marrón de ser los que en marzo pierdan las generales, mientras no haya, -en contra de lo que dictamina “El País”-, un cambio de rumbo de 180 º en las políticas regresivas del zapaterismo, la desafección y el rechazo, la fobia a las personas y a la marca política, no solo se mantendrán, sino que se incrementarán.
Ayer sostuve aquí que el mantenimiento del rumbo, y, como hoy dicen los de Cebrián, el ahínco en proseguir las “reformas”, es la estrategia que está imponiendo el capital a fin de que estos, sus comatosos servidores, limpien de dificultades el futuro de una derecha dominante, sin complejos para que en unos meses no necesiten enfangarse en aplicar otras medidas que las que estos traidores les hayan habilitado previamente a su toma de la Moncloa y del presupuesto público.
Estando así la implantación de la penúltima traición a los trabajadores, y para que al cotillón de la derecha o si quieren para que el carajillo party no le falte guinda alguna, el gobernador del Banco de España, ese sinvergüenza que se dedica a impartir doctrina capitalista en vez de vigilar los delitos bancarios, este impresentable zapaterista, exige a quien le ha puesto en el sillón que ocupa, que de una vez por todas acometa la reforma laboral definitiva.
Miedo me da. Que no me extrañaría que este pájaro abra líneas de financiación para las grandes empresas a fin de que estas compren hornos crematorios en lugar de entretenerse en esas mariconadas de ERE´s y prejubilaciones.
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