Por el año 2000 eran, decían ser, los jóvenes, los modernos, los que entendían hacia donde iba el mundo del siglo XXI, mantenían que las cosas no estaban tan mal, que eran el nuevo socialismo, el futuro de la izquierda española y europea, eran el talante y la democracia en su más pura expresión.
Abominaban de lo antiguo, de lo de socialista y obrero y enseguida se convirtieron en progresistas y eficaces gestores de la economía nacional. El ladrillo fue su única política económica al igual que la igualdad de género, -solo la de género y bien que fracasada-, fue su único rescoldo, tendente a cero, del más contundente valor de la izquierda.
Dijeron, y no era cierto, que ampliaban el estado de bienestar en todas aquellas áreas en las que el gasto social estatal no es más que redistribución y reequilibrio económico, se inventaron lo del tercer pilar de ese ficticio estado del bienestar, la prestaciones por dependencia, y a la mas mínima dificultad anularon los avances, restringieron las prestaciones y pasaron la pelota de la aplicación de la ley de la dependencia a su supuesto adversario político, el PP, siempre renuente a hacer efectiva tal cobertura.
De la noche a la mañana, sin etapas intermedias,acataron las recetas del liberalismo nacional e internacional, redujeron derechos ciudadanos, se volcaron en prohibir todo tipo de actividad personal y privada, desde el tabaco a la bebida, desde la velocidad al tocino, redujeron y anularon prestaciones recién creadas en su cerrazón de no admitir la evidente crisis, eliminaron prestaciones sociales y dificultaron el acceso a las mismas, facilitaron y abarataron el despido, multiplicaron las formulas de precariedad laboral, a los sindicatos, de por sí proclives, los indujeron a la sumisión y a la corrupción, actuaron de forma sesgada e interesada en el tratamiento económico a los sectores energéticos, atosigaron a los trabajadores con subidas de impuestos y de precios regulados so pretexto de dar cumplimiento a la necesidad, ficticia, de pagar por lo que realmente cuesta producir la energía, y en el ápice de su desbarre analfabeto e irresponsable pretendieron facilitar la emigración de los jóvenes mejor preparados a países dispuestos a aprovechar lo que aquí se desprecia, y como común denominador de todos sus atracos transvasaron lo que a los trabajadores restaban a los bolsillos de sus conmilitones de bancos y cajas de ahorro.
Hoy, cuando los estertores del zapaterismo son atronadores, no son capaces de salir de su asombro,- tal es su aislamiento, su ensimismamiento interesado, su ausencia de la realidad-, cuando la izquierda social de este país, tras la vanguardia de una juventud harta y desengañada, a ellos, precisamente a ellos, les descalifica, les desprecia y en no mucho tiempo los barrerá del todo.
Se resistirán. Saben cómo hacerlo. Los pocos o muchos concejales, alcaldes y diputados autonómicos que del día de ayer se hayan salvado de la quema junto a los mas “audaces” de los que hayan perdido el chollo o no hayan llegado a alcanzarlo, comenzaran su particular “raca, raca” interno únicamente destinado a asegurarse un lugar al calor del nuevo sol postzapateriano.
De otro lado, los más recalcitrantes zapateristas se atrincheraran en los estatutos del Psoe, baluarte infranqueable donde los haya, a fin de transitar hasta el momento de las elecciones generales y en ellas, pocos o muchos, conseguir nuevo o renovado sillón cuatrienal de prebendas y chanchullos.
Y es que, volviendo al principio, ni eran nuevos, -Zp en el año 2000 ya tenía a sus espaldas catorce años de “culisilente” diputado, eso sí, aventajado discípulo de los mas marrulleros detentadores del poder político que en España se cultivan-, ni sabían que se traían entre manos más allá de sus intereses de grupo y casta política. De sus iniciales predicciones tan solo acertaban parcialmente en dos de ellas, eran, en efecto el futuro, pero el futuro de esa su nueva derecha, y que ciertamente, entonces, por el año 2000 las cosas no estaban tan mal; ahora es cuando su negación de la realidad y su incompetencia interesada y corrupta han conseguido que estén verdaderamente desastrosas.
Ni él, ni su Boris el Pepiño, ni su “asaltacamas” la Trini, ni la Pajin, la Aido, el Montilla, la Chacón, el Molina, el Bermejo, el intermoneytario Sebastián, ni el Corbacho, la Sinde“cencia”, la Cabrera Calvo-Sotelo o el mismísimo Chaves han logrado que en ni un solo momento haya disminuido el bochorno que su presencia en el gobierno de España provoca a cualquier ciudadano medianamente informado y formado. Ni tan siquiera han logrado despejar el pestilente aroma que dejó en la historia de España el más grave y estúpido error que en su centenaria y respetable vida política el conjunto del Psoe cometió en junio del 2000.
Menos mal que la juventud española, esa juventud que decían adocenada, dormida, aburguesada, temerosa y consumista, junto a los trabajadores oprimidos, esclavos de sus banqueros, endeudados de por vida y con miedo al futuro han decidido hacerse con el poder que otorga la valentía, la verdad y la justicia,- justo los valores que ellos han pisoteado-, y han decidido expulsarlos para construir una autentica democracia.
La barrida ya ha comenzado. Ahora a cantar a Alberti…..”A cabalgar, a cabalgar, hasta enterrarlos en el mar, a cabalgar…….”
Abominaban de lo antiguo, de lo de socialista y obrero y enseguida se convirtieron en progresistas y eficaces gestores de la economía nacional. El ladrillo fue su única política económica al igual que la igualdad de género, -solo la de género y bien que fracasada-, fue su único rescoldo, tendente a cero, del más contundente valor de la izquierda.
Dijeron, y no era cierto, que ampliaban el estado de bienestar en todas aquellas áreas en las que el gasto social estatal no es más que redistribución y reequilibrio económico, se inventaron lo del tercer pilar de ese ficticio estado del bienestar, la prestaciones por dependencia, y a la mas mínima dificultad anularon los avances, restringieron las prestaciones y pasaron la pelota de la aplicación de la ley de la dependencia a su supuesto adversario político, el PP, siempre renuente a hacer efectiva tal cobertura.
De la noche a la mañana, sin etapas intermedias,acataron las recetas del liberalismo nacional e internacional, redujeron derechos ciudadanos, se volcaron en prohibir todo tipo de actividad personal y privada, desde el tabaco a la bebida, desde la velocidad al tocino, redujeron y anularon prestaciones recién creadas en su cerrazón de no admitir la evidente crisis, eliminaron prestaciones sociales y dificultaron el acceso a las mismas, facilitaron y abarataron el despido, multiplicaron las formulas de precariedad laboral, a los sindicatos, de por sí proclives, los indujeron a la sumisión y a la corrupción, actuaron de forma sesgada e interesada en el tratamiento económico a los sectores energéticos, atosigaron a los trabajadores con subidas de impuestos y de precios regulados so pretexto de dar cumplimiento a la necesidad, ficticia, de pagar por lo que realmente cuesta producir la energía, y en el ápice de su desbarre analfabeto e irresponsable pretendieron facilitar la emigración de los jóvenes mejor preparados a países dispuestos a aprovechar lo que aquí se desprecia, y como común denominador de todos sus atracos transvasaron lo que a los trabajadores restaban a los bolsillos de sus conmilitones de bancos y cajas de ahorro.
Hoy, cuando los estertores del zapaterismo son atronadores, no son capaces de salir de su asombro,- tal es su aislamiento, su ensimismamiento interesado, su ausencia de la realidad-, cuando la izquierda social de este país, tras la vanguardia de una juventud harta y desengañada, a ellos, precisamente a ellos, les descalifica, les desprecia y en no mucho tiempo los barrerá del todo.
Se resistirán. Saben cómo hacerlo. Los pocos o muchos concejales, alcaldes y diputados autonómicos que del día de ayer se hayan salvado de la quema junto a los mas “audaces” de los que hayan perdido el chollo o no hayan llegado a alcanzarlo, comenzaran su particular “raca, raca” interno únicamente destinado a asegurarse un lugar al calor del nuevo sol postzapateriano.
De otro lado, los más recalcitrantes zapateristas se atrincheraran en los estatutos del Psoe, baluarte infranqueable donde los haya, a fin de transitar hasta el momento de las elecciones generales y en ellas, pocos o muchos, conseguir nuevo o renovado sillón cuatrienal de prebendas y chanchullos.
Y es que, volviendo al principio, ni eran nuevos, -Zp en el año 2000 ya tenía a sus espaldas catorce años de “culisilente” diputado, eso sí, aventajado discípulo de los mas marrulleros detentadores del poder político que en España se cultivan-, ni sabían que se traían entre manos más allá de sus intereses de grupo y casta política. De sus iniciales predicciones tan solo acertaban parcialmente en dos de ellas, eran, en efecto el futuro, pero el futuro de esa su nueva derecha, y que ciertamente, entonces, por el año 2000 las cosas no estaban tan mal; ahora es cuando su negación de la realidad y su incompetencia interesada y corrupta han conseguido que estén verdaderamente desastrosas.
Ni él, ni su Boris el Pepiño, ni su “asaltacamas” la Trini, ni la Pajin, la Aido, el Montilla, la Chacón, el Molina, el Bermejo, el intermoneytario Sebastián, ni el Corbacho, la Sinde“cencia”, la Cabrera Calvo-Sotelo o el mismísimo Chaves han logrado que en ni un solo momento haya disminuido el bochorno que su presencia en el gobierno de España provoca a cualquier ciudadano medianamente informado y formado. Ni tan siquiera han logrado despejar el pestilente aroma que dejó en la historia de España el más grave y estúpido error que en su centenaria y respetable vida política el conjunto del Psoe cometió en junio del 2000.
Menos mal que la juventud española, esa juventud que decían adocenada, dormida, aburguesada, temerosa y consumista, junto a los trabajadores oprimidos, esclavos de sus banqueros, endeudados de por vida y con miedo al futuro han decidido hacerse con el poder que otorga la valentía, la verdad y la justicia,- justo los valores que ellos han pisoteado-, y han decidido expulsarlos para construir una autentica democracia.
La barrida ya ha comenzado. Ahora a cantar a Alberti…..”A cabalgar, a cabalgar, hasta enterrarlos en el mar, a cabalgar…….”
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