Desde que los dos de la conjunción planetaria, Obama y Zp, junto a sus colegas los dictadores del dinero y sus siervos políticos europeos, se han convertido en su caminar hacia el desprecio mundial en una nutrida banda de asesinos en la que uno aprieta el gatillo y el resto babea aplaudiendo sus asesinatos de estado.
Sabido era que los “progresistas” Obama y Zp, Zp y Obama mentían sin descanso. Que amagaban con la izquierda y golpeaban con la derecha, y que aquello de “Por el pleno empleo” y lo del “Yes, we can” solo eran cucañas a las que se subieron las legiones de ingenuos que en todos sitios hay y los batallones de “bienpagados” de cada una de esas causas en las que no cabe rebelde alguno.
Que lo del talante y el talento era otra representación teatral, el tiempo nos lo ha demostrado, y que uno y otro, el tío Tom de la cabaña blanca y el primo Tonton de la Moncloa, han acabado pareciéndose cuales gotas de agua a aquellos otros que respectivamente les precedieron y de los que decían ser el reverso luminoso.
Obama ya es hoy sin duda alguna el sosias del ridículo Goerge Bush, pero en negro y sabiendo leer, mientras que Zp se ha ido asemejando a Aznar hasta alcanzar y sobrepasar su histrionismo embustero.
Si Bush declaró la guerra al eje del mal e invadió Irak y Afganistán, provocando muerte, destrucción y miseria en cuantías superiores de la que la Corte Penal Internacional ha necesitado para imputar a Gadaffi, el actual presidente yanqui, con su guerra de Libia y la continuidad de la tampoco declarada guerra de Afganistán está acercándose, si es que no las ha sobrepasado ya, las cotas de ignominia alcanzadas por la administración Bush.
El descaro de las mentiras relacionadas con el asesinato del terrorista Bin Laden ponen de manifiesto, hasta para quienes tuvieran alguna duda, que el estado imperialista y represor que configuran hoy todos los gobiernos USA, no se detendrán ante nada, y al contrario de cuando antaño esos mismos USA eran los adalides de la libertad en su lucha contra las tiranías nazis y fascistas europeas, hoy los USA, con el beneplácito servil e indigno de los gobiernos europeos, simbolizan al poder político, económico y militar al servicio del mal, del abuso, de la mentira, de la ilegalidad y del aplastamiento de los derechos humanos en cualquier lugar del mundo.
En contra de lo que se puede leer en el reverso de su papel moneda, “In god we trust”, ese pueblo, con esos dirigentes al frente, por más que lo nieguen con sus ridículas fanfarrias de tele-predicadores, no confían en más dios que en el de la fuerza y en el del dinero.
Al tiempo, por aquí, Zp solo se diferencia de su predecesor en que si Aznar apoyaba las guerras de Bush, este apoya las de Obama, si Aznar ponía las botas encima de la mesa del rancho del yanqui, este “progre” solo pone el culo en las arrinconadas sillas que a nivel internacional le ceden de forma lastimera. Claro que es de justicia reconocer que hasta hoy, y en coincidencia con ZP, nunca Aznar llegó a justificar, entender o comprender que un estado y menos el más poderoso del mundo se hundiese en la miseria moral de utilizar los mismos métodos terroristas y de tortura que su terrorista de cabecera usó contra ellos.
No se engañen, entre los dos presidentes del otro lado del charco y entre los dos de este lado del Manzanares, no hay mas diferencias que las que los gabinetes de imagen respectivos nos han vendido. En el fondo, estos, los cuatros, son unos asesinos, los primeros asesinos efectivos, y otros, cómplices y cooperantes vergonzantes de los asesinatos masivos o individuales que entre todos comenten. Como tales pasarán a la historia.
Sabido era que los “progresistas” Obama y Zp, Zp y Obama mentían sin descanso. Que amagaban con la izquierda y golpeaban con la derecha, y que aquello de “Por el pleno empleo” y lo del “Yes, we can” solo eran cucañas a las que se subieron las legiones de ingenuos que en todos sitios hay y los batallones de “bienpagados” de cada una de esas causas en las que no cabe rebelde alguno.
Que lo del talante y el talento era otra representación teatral, el tiempo nos lo ha demostrado, y que uno y otro, el tío Tom de la cabaña blanca y el primo Tonton de la Moncloa, han acabado pareciéndose cuales gotas de agua a aquellos otros que respectivamente les precedieron y de los que decían ser el reverso luminoso.
Obama ya es hoy sin duda alguna el sosias del ridículo Goerge Bush, pero en negro y sabiendo leer, mientras que Zp se ha ido asemejando a Aznar hasta alcanzar y sobrepasar su histrionismo embustero.
Si Bush declaró la guerra al eje del mal e invadió Irak y Afganistán, provocando muerte, destrucción y miseria en cuantías superiores de la que la Corte Penal Internacional ha necesitado para imputar a Gadaffi, el actual presidente yanqui, con su guerra de Libia y la continuidad de la tampoco declarada guerra de Afganistán está acercándose, si es que no las ha sobrepasado ya, las cotas de ignominia alcanzadas por la administración Bush.
El descaro de las mentiras relacionadas con el asesinato del terrorista Bin Laden ponen de manifiesto, hasta para quienes tuvieran alguna duda, que el estado imperialista y represor que configuran hoy todos los gobiernos USA, no se detendrán ante nada, y al contrario de cuando antaño esos mismos USA eran los adalides de la libertad en su lucha contra las tiranías nazis y fascistas europeas, hoy los USA, con el beneplácito servil e indigno de los gobiernos europeos, simbolizan al poder político, económico y militar al servicio del mal, del abuso, de la mentira, de la ilegalidad y del aplastamiento de los derechos humanos en cualquier lugar del mundo.
En contra de lo que se puede leer en el reverso de su papel moneda, “In god we trust”, ese pueblo, con esos dirigentes al frente, por más que lo nieguen con sus ridículas fanfarrias de tele-predicadores, no confían en más dios que en el de la fuerza y en el del dinero.
Al tiempo, por aquí, Zp solo se diferencia de su predecesor en que si Aznar apoyaba las guerras de Bush, este apoya las de Obama, si Aznar ponía las botas encima de la mesa del rancho del yanqui, este “progre” solo pone el culo en las arrinconadas sillas que a nivel internacional le ceden de forma lastimera. Claro que es de justicia reconocer que hasta hoy, y en coincidencia con ZP, nunca Aznar llegó a justificar, entender o comprender que un estado y menos el más poderoso del mundo se hundiese en la miseria moral de utilizar los mismos métodos terroristas y de tortura que su terrorista de cabecera usó contra ellos.
No se engañen, entre los dos presidentes del otro lado del charco y entre los dos de este lado del Manzanares, no hay mas diferencias que las que los gabinetes de imagen respectivos nos han vendido. En el fondo, estos, los cuatros, son unos asesinos, los primeros asesinos efectivos, y otros, cómplices y cooperantes vergonzantes de los asesinatos masivos o individuales que entre todos comenten. Como tales pasarán a la historia.
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