lunes, 19 de mayo de 2008

LAS RAZONES Y LOS NUMEROS

Ha dicho el presidente del gobierno, el Sebastian, perdón el ministro de industria, que le importan las razones y no las cifras del tarifazo eléctrico, pero no ha dicho ni cuales son las razones ni cuanto sera el tarifazo. Y la verdad, ni falta que hace.
Para empezar mintieron, todos, cuando nos dijeron que Europa nos obligaba a regalar a manos privadas la generación y el transporte eléctrico, y ahí estan las estatales alemanas, francesas, italianas, portuguesa, escocesa etc. etc.; de lo que se trataba, entonces como ahora, era asegurarse el porvenir con estos regalos a costa de los ciudadanos.
Una vez regaladas y dada la ineficiencia industrial e incompetencia gestora, los costes de producción se les dispararon y empezaron a exigir que se les compensase, y como siempre han tenido infiltrados mas o menos al descubierto en todos los gobiernos, siempre han conseguido lo que pretendían.
Después, y como desde los Consejos de Ministros no les dejaban libre el tarifar lo que quisieran, consiguieron que el recibo de la luz tuviese impuestos que se aplicaban sobre impuestos, algo fiscalmente aberrante, el IVA sobre el derivado de la moratoria nuclear. Además, nos repercuten en las facturas los costes que tienen por producir electricidad contaminando, la compra de los derechos de emisión, y los llamados Costes de Transición a la Competencia, que a este respecto y como en alguna ocasión he dicho, estos, ni son liberales; la competencia no tiene por que tener costes, y si los tiene han de soportarlos ellos, pero es que encima yo no sé de nadie a quien las eléctricas, las diversas eléctricas privatizadas, en libre y sana competencia por ampliar su mercado y su cartera de clientes le haya ofrecido cambiarse de suministrador como los servidores de telefonía o los bancos hacen a cambio de mejor servicio o mejor precio. Vamos que costes deben tener muchos, -en Marbella, Acapulco, Seychelles, costa Fleming, etc.-, pero de competencia, nada de nada, y encima se los pagamos.
Así la situación, han decidido los nuevos dueños, los enriquecidos ladrilleros, que ya esta bien, que el precio del kilovatio lo ponen ellos o rompen la baraja, y romper la baraja es mas cortes y peor calidad en el suministro, y está claro que ese coste politico no estan dispuestos a soportarlo. Establecido el pulso entre ladrilleros electricos y el temor de los pusilanimes y corruptos gestores publicos, hoy salen a defender a sus señoritos los BOP (Boletines Oficiales del Psoe, el País y eso de Publico), apoyando el movimiento que se aproxima, inventando razones y necesidades y olvidando otras.
Los de la opinión publicada se atreven a, negro sobre blanco, decir que, nada, nada, ahora que estamos a principio de legislatura es cuando estas medidas impopulares han de aplicarse. Y se largan una retahíla de supuestas razones históricas que lo único que demuestran es la histórica corrupción y prevaricación que en este tema ha habido siempre.
Si las rentas del trabajo han bajado de forma alarmante, si la capacidad de ahorro familiar se ha desplomado, si la morosidad se está multiplicando de forma astronómica, si el desempleo cunde cual riada imparable, si la precariedad laboral aumenta, si todo este conjunto de factores que afectan al común de los ciudadanos es generosamente ayudado por un tarifazo como el previsto, que será seguido de otro idéntico en unos meses, los cuales acompañarán al ya insoportable aumento de los precios de los alimentos, del transporte, del calzado, del vestido, de la enseñanza y de la sanidad, ¿que otra reacción puede darse que una movilización social firme y contundente contra estos vampiros?.
Ya no cabe razonamiento político o económico alguno. No están dispuestos a razonar, no están dispuestos a convenir, a consensuar. Para ellos el mercado es el que impone sus razones, las de ellos, ya que para ellos el único mercado existente es el de esclavos.
Hay en la Constitución un articulo que establece que los impuestos nunca podrán tener un carácter confiscatorio, pero como la ley máxima no dice nada de los precios de los bienes y servicios sometidos a oligopolio, es por lo que a los pardillos que nos creemos que estamos en un país libre y democrático nos aplican la dictadura confiscadora de sus caprichos.
Pues no hay mal que cien años dure ni cuerpo que lo resista. Pero mientras tanto hay que oponerseles, a los ladrilleros, a los del kilowatio y a los malditos liberales del puño y la pasta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡A las barricadas! ¡VIVA LA REVOLUCION! Joder, que ganas tenia de decir esto

Anónimo dijo...

¿Voy a tener que esperar mucho más? Mira que se me pasa el calenton....