Ni que decir tiene que acepto de buen grado que todo lo que aquí vengo manteniendo no solo se ponga en cuestión sino que se rechace de plano con o sin argumentos, pero entenderán quienes esto lean que me reconforte cuando en una sola página del diario de cabecera de la izquierda, no el "reposapiés público", se pueda constatar lo que es el zetaperismo reinante.
Ejemplar de “El Pais” de hoy día 28 de julio de 2008, página 14, primera de la sección de economía, titular: “Taguas medió desde La Moncloa ante los bancos para salvar a Martinsa”. Más adelante se puede leer: “Taguas….se puso en contacto con los responsables de las principales entidades acreedoras de Martinsa para convencerles de que debían acceder a la refinanciación de un crédito sindicado concedido a la inmobiliaria……Taguas ha rehusado hablar del asunto al ser requerido por este periódico”. Y continua el diario: “Taguas no solo medio ante los bancos. También lo hizo ante miembros del anterior gobierno para que “se mostraran comprensivos” con las dificultades que atravesaban las inmobiliarias”.
Todos los que necesiten más pruebas, por ejemplo la intervención de este fulano en las actividades del ICO relacionadas con Martinsa, que sigan leyendo el citado artículo. Aquellos otros que después de lo habido, estas relaciones y la posterior escapada a los brazos de los ladrilleros a cobrar los servicios prestados, no necesitamos más datos, sabemos que todo esto tiene un nombre y es el de corrupción.
Porque como ya he reproducido aquí en alguna otra ocasión, corrupción, según el diccionario de la Academia de la Lengua es: “En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”.
Podrán sacar todos los informes favorables que quieran de su Oficina de Conflictos e Intereses del Ministerio de Administraciones Publicas, cosa que ya han hecho para bochorno de miles de funcionarios incompatibilizados con el desempeño de su profesión liberal. Podrán apretar las clavijas a todo un grupo socialista del Congreso para que voten a favor de tal felonía. Podrán a posteriori cambiar la legislación y aplicarla retroactivamente. Podrán finalmente, cuales incompetentes que sin argumentos insisten en su estupidez, decir que otros muchos lo han hecho igual.
Pero lo que no podrán, es cambiar la concepción que sobre lo que es deshonrado y casi gansteril, lo que ni es moral, ni ético, ni tan siquiera estético, tienen los millones de ciudadanos limpios que en este país, tras comprobar estos hechos, están distanciándose de un sistema que viene demostrando ser casi exclusiva herramienta al servicio de los intereses económicos de esa clase política para la cual todo vale.
Como complemento a la centralidad de esa página, se nos informa que el ministro Corbacho, ministro de trabajo y de inmigración, acepta que para 2009 la tasa de desempleo llegará al 12,5 % y no al 11 % que sus chicos habían mal calculado.
Este es el compendio de lo que hoy es el zetaperismo, corrupción económica, enriquecimientos vertiginosos, intereses coincidentes con los oligarcas, y actuaciones que, cuales gallinas que cacarean en un sitio y ponen el huevo en otro, generan paro y malestar social.
Cuando se cumple un exacto año de mi salida del antiguo partido que lo fue de Pablo Iglesias, reconforta volver a comprobar que allí no es posible no ya el socialismo, ni la social-democracia, ni tan siquiera la libertad de opinión y de crítica es viable, a no ser que se acepte, como cuando la dictadura, que si se discrepa política, ideológica y éticamente, es normal que obtengas la reacción negativa correspondiente por parte de la jerarquía. Por eso, antaño, a los fascistas, los llamábamos reaccionarios.
Ejemplar de “El Pais” de hoy día 28 de julio de 2008, página 14, primera de la sección de economía, titular: “Taguas medió desde La Moncloa ante los bancos para salvar a Martinsa”. Más adelante se puede leer: “Taguas….se puso en contacto con los responsables de las principales entidades acreedoras de Martinsa para convencerles de que debían acceder a la refinanciación de un crédito sindicado concedido a la inmobiliaria……Taguas ha rehusado hablar del asunto al ser requerido por este periódico”. Y continua el diario: “Taguas no solo medio ante los bancos. También lo hizo ante miembros del anterior gobierno para que “se mostraran comprensivos” con las dificultades que atravesaban las inmobiliarias”.
Todos los que necesiten más pruebas, por ejemplo la intervención de este fulano en las actividades del ICO relacionadas con Martinsa, que sigan leyendo el citado artículo. Aquellos otros que después de lo habido, estas relaciones y la posterior escapada a los brazos de los ladrilleros a cobrar los servicios prestados, no necesitamos más datos, sabemos que todo esto tiene un nombre y es el de corrupción.
Porque como ya he reproducido aquí en alguna otra ocasión, corrupción, según el diccionario de la Academia de la Lengua es: “En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores”.
Podrán sacar todos los informes favorables que quieran de su Oficina de Conflictos e Intereses del Ministerio de Administraciones Publicas, cosa que ya han hecho para bochorno de miles de funcionarios incompatibilizados con el desempeño de su profesión liberal. Podrán apretar las clavijas a todo un grupo socialista del Congreso para que voten a favor de tal felonía. Podrán a posteriori cambiar la legislación y aplicarla retroactivamente. Podrán finalmente, cuales incompetentes que sin argumentos insisten en su estupidez, decir que otros muchos lo han hecho igual.
Pero lo que no podrán, es cambiar la concepción que sobre lo que es deshonrado y casi gansteril, lo que ni es moral, ni ético, ni tan siquiera estético, tienen los millones de ciudadanos limpios que en este país, tras comprobar estos hechos, están distanciándose de un sistema que viene demostrando ser casi exclusiva herramienta al servicio de los intereses económicos de esa clase política para la cual todo vale.
Como complemento a la centralidad de esa página, se nos informa que el ministro Corbacho, ministro de trabajo y de inmigración, acepta que para 2009 la tasa de desempleo llegará al 12,5 % y no al 11 % que sus chicos habían mal calculado.
Este es el compendio de lo que hoy es el zetaperismo, corrupción económica, enriquecimientos vertiginosos, intereses coincidentes con los oligarcas, y actuaciones que, cuales gallinas que cacarean en un sitio y ponen el huevo en otro, generan paro y malestar social.
Cuando se cumple un exacto año de mi salida del antiguo partido que lo fue de Pablo Iglesias, reconforta volver a comprobar que allí no es posible no ya el socialismo, ni la social-democracia, ni tan siquiera la libertad de opinión y de crítica es viable, a no ser que se acepte, como cuando la dictadura, que si se discrepa política, ideológica y éticamente, es normal que obtengas la reacción negativa correspondiente por parte de la jerarquía. Por eso, antaño, a los fascistas, los llamábamos reaccionarios.
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