viernes, 4 de julio de 2008

EL CIRCO DE ZP (I)

En los circos que en mis tiempos recorrían pueblos y ciudades, siempre con éxito de público ya que tan solo la radio aligeraba el gris plomizo del franquismo, los payasos, las fieras, los forzudos y los trapecistas y volatineros eran los que cargaban con la mayor parte de la función.
Hoy en Madrid se da comienzo a la representación de un circo que hasta el domingo, al igual que aquellos otros circos ambulantes, nos ofrecerá las actuaciones de payasos, fieras, forzudos y trapecistas y volatineros. Es el circo del congreso de Zp.
Se nos anuncia que los payasos harán chistes y nos presentarán sus ocurrencias en forma de enmiendas izquierdosas que moverán a la hilaridad del público asistente y de la dirección de la empresa. Las fieras corrupias que controlan la organización se encargaran de velar, para que los muros de la pureza zapaterista resistan a las ilusas acometidas de enmiendas que pudieran estar ancladas en el pasado Psoe. Los forzudos, nada forzados, -les va en ello la pitanza-, pasaran de lo que en la pista suceda y en las bambalinas impondrán sus condiciones para votar y apoyar o rechazar lo que convengan con la dirección de la empresa, dirección de la que forman parte, a la cual engrasan y con la cual como barones iguales que son, conviven en la patraña. Y finalmente, los trapecistas y volatineros, los que contando con la red de sus medios de comunicación amigos, arriesgarán bien poco cuando al final de la representación vendan que se han desplazado a la izquierda, cuando lo cierto y verdad será que siendo una representación precocinada, estaba determinado de antemano que nada se moviese aparentando movimiento.
Puesto que nada nuevo hay bajo el sol, nada nuevo habrá en esta función. Siempre, y más ahora, que lo que al parecer se demanda es ser simpático, se ha tratado de aparentar que el Psoe es el partido de las personas, de los ciudadanos, como si el simple hecho de solo sonreír les aproximara a esos ciudadanos, que más que razones tienen para estar pero que muy serios, y para nada sonreír a estos zapateristas que los chulean. Pero ya se sabe los payasos tienen esta alegre misión.
Del mismo modo los controladores de las masas izquierdistas que aun pudieran haber sobrevivido en el Psoe, y que dudo que hayan consentido que estén suficientemente representadas en el congreso, los Pepiños y sus boys , ejercerán de cancerberos en todas y cada una de las ponencias, por si las moscas, por si el hartazgo de derechismo zapaterista provocase reacciones inesperadas entre los que no tengan pesebre, si es que alguno de estos hubiera como delegado por allí.
Si lo anterior es añejo y acostumbrado, la actuación de los forzudos, fundamentalmente el PSC y el Chaves y su Zarrias, y a gran distancia Touriño, el obispo seglar Bono, el aburrido Barreda y los capos más o menos vitaminados de cada una de las restantes comunidades autónomas, todos ellos tratarán de salir de congreso, de la función, en una situación que les permita llegar a su Barataria alardeando de ser alguien en el circo y haber conseguido tal o cual prebenda, condecoración o humilde pin que le distinga de los paisanos.
Todo lo que precede tiene su importancia y la liturgia no deja de ser un aspecto importante de la mercadotecnia, que de esto se trata. Pero lo fundamental es la proyección exterior que el conjunto lance al conocimiento de toda la ciudadanía. Y esta labor, usando a los amigos mediáticos, se les encomienda a los trapecistas y volatineros.
Ya antes de iniciarse la función, en los programas de mano, la prensa diaria amiga, se nos ha venido anunciando que la representación de este fin de semana va a girar a la izquierda, ya que no otra cosa supone centrarse en el aborto, la laicidad, los emigrantes y la eutanasia, y como dicho así, seguido, parecen en exceso serios temas, permítaseme que su acróstico rebaje momentaneamente la supuesta seriedad. Si el congreso del Psoe se centra en estos temas será el congreso del “a.l.e.e. hop”, expresión circense donde las haya.

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