Me dicen que el Tomás Gómez es de afición motero, de ahí que no hace tanto, por cuando el concilio madrileño, perdón, el congreso del PSM, se atrevió a hacer una corta serie de propuestas entre las que destacaba por su contenido político una petición al gobierno central para que se retirasen de las carreteras los guarda-raíles metálicos que tanto daño hacen a moteros accidentados.
Compartiendo el fin de tal propuesta, que no sé si el PSM aprobó o no, y con todos mis respetos y admiración a los moteros ágiles y cumplidores del código de la circulación, tengo por seguro que este chiquito es de aquellos moteros que siempre adelantan por la derecha, que al llegar a un semáforo en rojo aceleran y que cuando se pone verde, el semáforo, se cruza de brazos y mira a su alrededor.
Compartiendo el fin de tal propuesta, que no sé si el PSM aprobó o no, y con todos mis respetos y admiración a los moteros ágiles y cumplidores del código de la circulación, tengo por seguro que este chiquito es de aquellos moteros que siempre adelantan por la derecha, que al llegar a un semáforo en rojo aceleran y que cuando se pone verde, el semáforo, se cruza de brazos y mira a su alrededor.
La cuestión es que lo de ayer no es para tomarselo a broma. Ayer, en el semáforo rojo del 11-M, día de homenajes a las victimas del mas sangriento atentado habido jamás en España, el llamado secretario general del PSM, que de general le va quedando poco pues cada vez tiene mas desafectos, ayer, el Tomas pegó un acelerón y lógicamente se pasó el semáforo y unos cuantos pueblos mas, ya que como todos sabemos, queriéndole hacer un feo a la bruja Aguirre, se lo hizo a las victimas y a todo y a todos los que dicen que él representa.
Este chiquito, economista y máster en gestión hospitalaria, dicen, no ha aprendido a lo largo de sus muchos años como alcalde de Parla que las actividades institucionales de un alcalde, de una presidenta de comunidad, de un ministro, presidente de gobierno o jefe de estado, son actividades en las que esas figuras a todos nos representan. No están representando, ninguno de ellos en esas ocasiones, ni a su partido, ni a su electorado ni tan siquiera a su propia persona. Siendo como son electos, -excepto el monarca-, por partida doble, no cabe cuestionar su representatividad institucional por razones propias de la confrontación política que pudieran estar perfectamente justificadas si se realizan solo en el ámbito al que corresponden, el de la lucha partidaria, pero nunca en el terreno institucional.
No solo no ha aprendido tan básico fundamento democrático institucional, es peor, Tomas Gómez, no ha aprendido a contener sus infantiles impulsos y aparentando que hace buen tiempo, poner buena cara al diluvio que le cae.
Y ese diluvio no es otro que el derivado de haber desperdiciado un regalo caído del cielo “prisaico” en forma de denuncia de una trama de espionaje que desde la administración comunitaria se ha practicado. Trama que la propia dirección nacional del PP en su momento comenzó a investigar, por lo que, a fin de parar las aguas que la anegaban, la Aguirre se vio obligada a reaccionar y lo hizo exactamente igual que antaño, poniendo el mismo cebo en el mismo anzuelo, abriendo su propia comisión de investigación en la Asamblea de Madrid. Cebo y anzuelo que este merluzo no tardo ni un segundo en tragarse.
Dicen que los peces están dotados de una memoria que en el mejor de los casos retiene hechos sucedidos solo en los últimos cinco segundos, y si hemos de guiarnos por las apariencias está claro que Tomas Gómez no es un pez, pero si se atiende a sus hechos, a efectos memorísticos, a su aparente capacidad para aprender de las propias experiencias, habría que afirmar que branquias y aletas, no escamas, si que debe de tener.
¿Cómo es posible que no recuerde la anterior comisión de investigación que les montó la colérica Aguirre con lo del “Tamayazo”, y que condujo a que al final los investigados fueran los denunciantes? ¿Cómo es posible que no se haya apreciado y valorado que el sentido patrimonial que la lideresa tiene, cosa que demuestra continuamente, la lleva a tener a la tal comisión como cosa propia y que lo mismo que la abrió, la cierra cuando le peta y se queda tan pancha? Y por último, ¿Cómo es posible que ni este pececito ni nadie de su entorno acuoso hayan tenido la precaución de establecer un plan b que impidiese reacciones tan precipitadas como infantiles, que públicamente han igualado en el ridículo a los espías Anacletos y a sus Superintendentes de la TIA “pepera”?.
Y como todo es muy extraño y tan gran cumulo de tonterías deben rechazarse por simple cálculo de probabilidades, hay que contemplar como posible que habiendo como habrá asamblea de Caja Madrid el día 23, y que en ella se someterán a votación los nuevos estatutos y el reglamento electoral, pudiera ser que todo lo anterior, el disparatado comportamiento tomasero, solo fuese mera maniobra de distracción que concluyese, tras pactar con la Aguirre, en la pronta incorporación del Tomas al consejo de Administración de la Caja. No se olvide que siendo Tomas máster en gestión hospitalaria debe saber aquello de que siempre es mejor prevenir que curar, por lo que en su situación, sin cargo público, sin empleo fijo y teniendo que esperar hasta el 2011, próximas elecciones autonómicas, para pillar empleo por al menos cuatro años, pudiera suceder que se quedara antes de tiempo, vestido y sin chollo. Que por Ferraz hay mucho pendejo suelto y lo mismo que lo pusieron, lo defenestran.
En este punto me viene al recuerdo algo que todos hemos visto en algún documental, y que siendo normal en la naturaleza, a los hombres siempre nos ha acongojado un poco, que las mantis religiosas hembras, tras el apareamiento, por un quítame allá esas pajas o porque son así de arpías, se comen al amante.
Este chiquito, economista y máster en gestión hospitalaria, dicen, no ha aprendido a lo largo de sus muchos años como alcalde de Parla que las actividades institucionales de un alcalde, de una presidenta de comunidad, de un ministro, presidente de gobierno o jefe de estado, son actividades en las que esas figuras a todos nos representan. No están representando, ninguno de ellos en esas ocasiones, ni a su partido, ni a su electorado ni tan siquiera a su propia persona. Siendo como son electos, -excepto el monarca-, por partida doble, no cabe cuestionar su representatividad institucional por razones propias de la confrontación política que pudieran estar perfectamente justificadas si se realizan solo en el ámbito al que corresponden, el de la lucha partidaria, pero nunca en el terreno institucional.
No solo no ha aprendido tan básico fundamento democrático institucional, es peor, Tomas Gómez, no ha aprendido a contener sus infantiles impulsos y aparentando que hace buen tiempo, poner buena cara al diluvio que le cae.
Y ese diluvio no es otro que el derivado de haber desperdiciado un regalo caído del cielo “prisaico” en forma de denuncia de una trama de espionaje que desde la administración comunitaria se ha practicado. Trama que la propia dirección nacional del PP en su momento comenzó a investigar, por lo que, a fin de parar las aguas que la anegaban, la Aguirre se vio obligada a reaccionar y lo hizo exactamente igual que antaño, poniendo el mismo cebo en el mismo anzuelo, abriendo su propia comisión de investigación en la Asamblea de Madrid. Cebo y anzuelo que este merluzo no tardo ni un segundo en tragarse.
Dicen que los peces están dotados de una memoria que en el mejor de los casos retiene hechos sucedidos solo en los últimos cinco segundos, y si hemos de guiarnos por las apariencias está claro que Tomas Gómez no es un pez, pero si se atiende a sus hechos, a efectos memorísticos, a su aparente capacidad para aprender de las propias experiencias, habría que afirmar que branquias y aletas, no escamas, si que debe de tener.
¿Cómo es posible que no recuerde la anterior comisión de investigación que les montó la colérica Aguirre con lo del “Tamayazo”, y que condujo a que al final los investigados fueran los denunciantes? ¿Cómo es posible que no se haya apreciado y valorado que el sentido patrimonial que la lideresa tiene, cosa que demuestra continuamente, la lleva a tener a la tal comisión como cosa propia y que lo mismo que la abrió, la cierra cuando le peta y se queda tan pancha? Y por último, ¿Cómo es posible que ni este pececito ni nadie de su entorno acuoso hayan tenido la precaución de establecer un plan b que impidiese reacciones tan precipitadas como infantiles, que públicamente han igualado en el ridículo a los espías Anacletos y a sus Superintendentes de la TIA “pepera”?.
Y como todo es muy extraño y tan gran cumulo de tonterías deben rechazarse por simple cálculo de probabilidades, hay que contemplar como posible que habiendo como habrá asamblea de Caja Madrid el día 23, y que en ella se someterán a votación los nuevos estatutos y el reglamento electoral, pudiera ser que todo lo anterior, el disparatado comportamiento tomasero, solo fuese mera maniobra de distracción que concluyese, tras pactar con la Aguirre, en la pronta incorporación del Tomas al consejo de Administración de la Caja. No se olvide que siendo Tomas máster en gestión hospitalaria debe saber aquello de que siempre es mejor prevenir que curar, por lo que en su situación, sin cargo público, sin empleo fijo y teniendo que esperar hasta el 2011, próximas elecciones autonómicas, para pillar empleo por al menos cuatro años, pudiera suceder que se quedara antes de tiempo, vestido y sin chollo. Que por Ferraz hay mucho pendejo suelto y lo mismo que lo pusieron, lo defenestran.
En este punto me viene al recuerdo algo que todos hemos visto en algún documental, y que siendo normal en la naturaleza, a los hombres siempre nos ha acongojado un poco, que las mantis religiosas hembras, tras el apareamiento, por un quítame allá esas pajas o porque son así de arpías, se comen al amante.
3 comentarios:
Esto último de la mantis religiosa no acabo de pillarlo, me lo explique, porfa ¿Qué tiene que ver el merluzo con el insecto?
Y si te digo que la insecto es vasca-alicantina-madrileño-ferraciana y que organizar, lo que se dice organizar, organiza cada lio que pa qué......
Digo yo que ya si lo pillarás ¿no?
Lo pillo, lo pillo... ¡Que asco! La Pajín comiendose al Tomás...¡Que asco!
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