Nada de extraño tiene que las hienas y buitres, animales carroñeros, se lancen alegres al entorno de lo que pudiera parecer persona agónizante. Lo extraño es que esos animales necrófagos y sus socias humanos que habitan la política respetasen los tiempos procesales y en pro de un ambiente político en el cual incentivasen la limpieza y la honorabilidad de los que de la política viven, esperasen a la finalización de los procedimientos judiciales para en su caso pedir responsabilidades políticas. No es el caso, ni nunca lo será con los carroñeros del talante.
Conocí a Iñigo Henríquez de Luna en el año 2004 siendo ambos concejales por el distrito de Chamartín, y en esa Junta de Distrito discrepamos, las mas de las veces, pero también coincidimos en los temas que honradamente consideré positivos para los ciudadanos de esta ciudad, hasta el momento en que su dedicación se simplificó, concentrándose solo en la gestión del distrito de Salamanca. Ni por sus formas, rígidas pero educadas, ni por la orientación de los contenidos que defendía, respetables aun en la discrepancia, nada apuntaba en la dirección de ser persona ni de lejos cercana a mecanismo de corrupción alguno. Por eso hoy, cuando juez aparentemente precipitado, prensa sensacionalista y oposición carroñera se lanzan a cobrar una presa fácil, aparentemente herida por ser integrante de esa derecha más cerril que la que los medios pro-Zp aceptan, es por lo que hay que poner de manifiesto que, aun sin romper lanza alguna en su favor, si hay que poner pica en el Flandes de la sensatez y en contra del sectarismo partidario.
Es necesario que la política la habiten gentes entre cuyas ocupaciones y preocupaciones figure el intentar reducir el terreno de la corrupción, pero eso no se consigue lanzándose al cuello de quienes por una simple denuncia son imputados y que por las demoras de los procedimientos no pueden explicarse y defenderse hasta meses después. La gente que honorablemente esté en política ha de ser la que se auto-imponga limites al propio interés partidario, el cual ha de someterse a la respetabilidad ciudadana que siempre defenderá actuaciones contrarias a las que Antonio Hernando, reciente Secretario Federal de Ciudades y antiguo “Balbasista”, Tomas Gómez, Secretario General digital del Psm y alcalde represor en Parla, David de Lucas portavoz “castrista” del grupo municipal socialista en el ayuntamiento de Madrid, y ex concejal de ¡hacienda! de Getafe, junto a Pedro Sánchez y Ramón Silva concejales de a pie de ese mismo ayuntamiento y grupo, han tenido en el día de hoy. Lo que hoy han hecho estos “representantes de la voluntad popular” es ampliar el terreno de la corrupción en la parcela del interés partidario .
Estos señores, y es un decir, a fin de lograr por la vía de la “política del higadillo” lo que por la vía del razonamiento y el voto no consiguen, se han lanzado a pedir la destitución preventiva de alguien de quien, más allá de la imputación judicial, no saben nada de nada. Pero para ellos no se trata de tener razón alguna, no se trata de actuar sobre fundamentos tan sólidos como razonables, se trata de hacer sangre, de declarar la guerra de forma preventiva, (esta si vale), y pensando en los ciudadanos madrileños, ensuciar mas la vida política.
Conocí a Iñigo Henríquez de Luna en el año 2004 siendo ambos concejales por el distrito de Chamartín, y en esa Junta de Distrito discrepamos, las mas de las veces, pero también coincidimos en los temas que honradamente consideré positivos para los ciudadanos de esta ciudad, hasta el momento en que su dedicación se simplificó, concentrándose solo en la gestión del distrito de Salamanca. Ni por sus formas, rígidas pero educadas, ni por la orientación de los contenidos que defendía, respetables aun en la discrepancia, nada apuntaba en la dirección de ser persona ni de lejos cercana a mecanismo de corrupción alguno. Por eso hoy, cuando juez aparentemente precipitado, prensa sensacionalista y oposición carroñera se lanzan a cobrar una presa fácil, aparentemente herida por ser integrante de esa derecha más cerril que la que los medios pro-Zp aceptan, es por lo que hay que poner de manifiesto que, aun sin romper lanza alguna en su favor, si hay que poner pica en el Flandes de la sensatez y en contra del sectarismo partidario.
Es necesario que la política la habiten gentes entre cuyas ocupaciones y preocupaciones figure el intentar reducir el terreno de la corrupción, pero eso no se consigue lanzándose al cuello de quienes por una simple denuncia son imputados y que por las demoras de los procedimientos no pueden explicarse y defenderse hasta meses después. La gente que honorablemente esté en política ha de ser la que se auto-imponga limites al propio interés partidario, el cual ha de someterse a la respetabilidad ciudadana que siempre defenderá actuaciones contrarias a las que Antonio Hernando, reciente Secretario Federal de Ciudades y antiguo “Balbasista”, Tomas Gómez, Secretario General digital del Psm y alcalde represor en Parla, David de Lucas portavoz “castrista” del grupo municipal socialista en el ayuntamiento de Madrid, y ex concejal de ¡hacienda! de Getafe, junto a Pedro Sánchez y Ramón Silva concejales de a pie de ese mismo ayuntamiento y grupo, han tenido en el día de hoy. Lo que hoy han hecho estos “representantes de la voluntad popular” es ampliar el terreno de la corrupción en la parcela del interés partidario .
Estos señores, y es un decir, a fin de lograr por la vía de la “política del higadillo” lo que por la vía del razonamiento y el voto no consiguen, se han lanzado a pedir la destitución preventiva de alguien de quien, más allá de la imputación judicial, no saben nada de nada. Pero para ellos no se trata de tener razón alguna, no se trata de actuar sobre fundamentos tan sólidos como razonables, se trata de hacer sangre, de declarar la guerra de forma preventiva, (esta si vale), y pensando en los ciudadanos madrileños, ensuciar mas la vida política.
Son incapaces, en su villanía miserable, de hacer un ejercicio de elevación de su hundida y hedionda dignidad política y, atendiendo a lo que para ellos reclaman cuando las aguas sucias les caen en sus cabezas, decir públicamente que no teniendo más elementos de juicio que una denuncia particular, por el respeto a las personas, a su fama y a su derecho al honor, se inclinan a defender para el imputado el derecho de presunción de inocencia y que, aun siendo rivales políticos, se honran en reclamarlo para Iñigo.
Esto es lo que les pondría en el candelero de la dignidad política y en el sano ejercicio de la pedagogía política mediante el propio ejemplo. Pero esto, para estos del talante sin talento, son músicas celestiales que su bajeza les impide apreciar. Así les va.
Esto es lo que les pondría en el candelero de la dignidad política y en el sano ejercicio de la pedagogía política mediante el propio ejemplo. Pero esto, para estos del talante sin talento, son músicas celestiales que su bajeza les impide apreciar. Así les va.
4 comentarios:
Magnifico, Candido, magnifico. Nadie lo diría mejor. Me averguenzo de la "clase" política que tenemos. Cada vez te entiendo más, y el motivo por el que dejaste de pertenecer a esa "clase" para tener clase de verdad.
menos chorradas Candido, cuando un socialista es imputado, el partido le aparta temporalmentey hasta le expulsa. En el PP se hecha la culpa al empedrado. Iñigo puede seguir siendo Concejal, pero apartarle de sus funciones, por su bien y el del ayuntamiento de Madrid, hasta que el juez decida. Eso es lo justo con la ciudadania, no es una denuncia es una imputación.
Tu partido puede hacer lo que a Pepiño le dé la gana, fundamentalmente porque hay gente dispuesta a resucitar la Santa Inquisición. En fin, que sí, que lo mio son chorradas y lo de los Zp boys elegancia y distinción y justicia total.
Pues a ver que esperan con los concejales de Estepona, anónimo.
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