jueves, 23 de julio de 2009

REDISTRIBUCION REGRESIVA

Se supone que todo aquel que se declare progresista en lo político, ha de hacerlo igualmente en lo fiscal, con lo cual la acción redistributiva del Estado ha de estar entre los mecanismos que diariamente constaten la identidad de quien como progresista se defina.
Se supone que todo el que por progresista se tenga ha de mantener e impulsar como mínimo la aplicación de lo que la Constitución expresa a este respecto, “Art. 31. 1: Todos contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos de acuerdo con su capacidad económica mediante un sistema tributario justo inspirado en los principios de igualdad y progresividad que, en ningún caso, tendrá alcance confiscatorio”.
Se supone…… Pero la realidad es que ningún progresista de los de ahora está minimamente interesado en que el espíritu y la letra de ese articulo 31 de nuestra Constitución se cumpla.
Como reiteradamente he expuesto, la participación de las rentas del trabajo en la renta nacional neta es inferior en más de tres puntos a la participación de las rentas del capital. Por el contrario, la aportación de las rentas del trabajo a los ingresos fiscales por impuestos directos en este año 2009 será 2,6 veces superior a la aportación de las rentas del capital.
Esta es la realidad fiscal española, este es el grado de cumplimiento que en cuanto a la justicia, la igualdad y la progresividad en ese art. 31 ordena la Constitución Española. Esta es nuestra situación tras treinta años de estafa constitucional compartida y convenida por los dos grandes partidos.
Y no queda ahí la cosa. Si hacemos caso a lo que se anuncia respecto a uno de los puntos que el mal llamado pacto social está cocinando, veremos, en no mucho tiempo, como las rebajas que solo en las cuotas patronales a la Seguridad Social van a acordar, provocaran dos efectos.
Uno, el sistema entrará inmediatamente en déficit presupuestario y así, con esa rebaja a los que más tienen y más paro provocan, se dará cumplimiento a los hasta ahora fallidos augurios de los que más interés tienen en que el sistema de protección social público se deteriore, los bancos y sus aseguradoras.
Y dos, comprobaremos que los progresistas de Zp en sus juegos malabares de palabras y dineros, vuelven a timar a los trabajadores de este país.
Timo y estafa gubernamental es el hacerse cargo de las ya calculadas pérdidas que esa rebaja de cuotas, por el momento un solo punto porcentual de los que componen la aportación patronal a las arcas de la Seguridad Social y que se cifran en unos 4.500 millones de euros anuales.
Y es un timo y una estafa gubernamental ya que si, como al principio digo, la aportación de las rentas del trabajo al fisco son 2,6 veces superiores a la que efectúan las rentas del capital, el dinero que el gobierno destine a equilibrar ese provocado déficit de 4500 millones estará compuesto en un 72,2 % por el dinero que salió de los bolsillos de los trabajadores y solo por un 27,8 % de dinero salido de las arcas de los empresarios.
En otras palabras, les bajan las cuotas a cambio de nada, y esa rebaja, ese regalo de 4500 millones de euros que los progresistas le hacen a los llamados empresarios, lo pagamos mayoritariamente los trabajadores con nuestros inpuestos.
Hace ya casi diez años que estos zapateristas comenzaron el abandono de la denominación histórica de los que en el PSOE militaban, socialistas. De entonces acá encontraron la “nueva” vía al socialismo que, según ellos mismos dicen, era la tercera. Como se puede comprobar a la tercera no ha ido la vencida, ya que tras abandonar el neo-socialismo pasaron a denominarse progresistas, pero tampoco deben encontrarse muy cómodos con este adjetivo, y lo demuestran violando la Constitución reiteradamente al practicar un conjunto de políticas sociales y económicas absolutamente regresivas como con este ejemplo ha quedado de manifiesto.
Si voluntariamente dejaron de llamarse socialistas, si más tarde dejaron de ser neo-socialistas, y su actual supuesto progresismo es regresismo puro y duro, sin animo de ofender, estos, en lo económico son “thatcheristas”, solo en lo económico, ya que en lo territorial, al contrario que doña Margaret, estos parecen ser oriundos de los Balcanes.

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