TORREZNOS DE TOCINO DE GUARRO.

Decían por mi pueblo a quien no reconociese algo autentico, que ese algo siendo como “los torreznos, de tocino, de guarro”, era algo que no se puede confundir, algo genuino, algo difícil de falsificar. Y digo decían, porque me temo que ahora con lo del beicon, quizás pocas cosas queden tan contundentemente descritas como las comparadas con el referido dicho.

Pues hoy día, los torreznos, de tocino, de guarro son la lluvia de datos que cada vez ponen más a las claras y cada vez mas fácil de entender, -incluso para aquellos que ciegos sordos y mudos se aíslan de la realidad-, qué esa situación que reflejan los datos, es la España de Zp en múltiples facetas. Vean solo unos cuantos de los últimos días.

Mientras los datos de la EPA demuestran que tenemos a 4,13 millones de españoles en la inseguridad y en la dependencia económica y anímica, los receptadores de cientos de miles de millones de euros públicos, presentan resultados.

El BBVA por casi tres mil millones y el Santander por mas de cuatro mil quinientos millones encabezan, junto a Telefónica, -3619 millones de beneficios-, y Caja Madrid y La Caixa, la larga lista de aquellos que de la crisis de sus conciudadanos sacan provecho con la inestimable ayuda del banco de España, que les insta a disfrazar, a tunear, a falsear, a hacer más discretas la ganancias reales a las que nos someten para que la ira ciudadana no se desborde.

En el lado opuesto, el Estado, presenta un déficit galopante que le ha llevado a, en un solo mes, de mayo a junio, a presentar un déficit que es el 750 % del que soportaba hace un año. Déficit causado por los desembolsos y regalos que han hecho y van a seguir haciendo a los múltiples banqueros e industriales que con la suficiente capacidad de presión consiguen dadivas públicas a pesar de que, como ellos mismos nos demuestran, no solo no pierden, sino que ganan más que antes.

Y puesto que la acción “despedidora” de estos ”patriotas” sigue en plena efervescencia, se anuncia que ya, la banca ha procedido a despedir, con las ayudas estatales, a más de diez mil trabajadores, previéndose veinte mil nuevos despidos y el cierre de más de mil sucursales, acciones que seguirán provocando que los resultados de la Seguridad Social disminuyan hasta hacer desaparecer por completo el superávit actual, que cifrado en unos 11 mil millones de euros ha bajado el 29 % respecto al existente en la misma fecha el pasado año.

Al mismo tiempo, se publicita que mientras los banqueros toman el dinero del banco Central Europeo al 1 %, en vez de utilizarlo para restablecer las líneas de crédito atascadas, lo utilizan para prestarlo al 4 % a los Estados que les regalan esos mismos dineros y que son los que aportan tal dinero al banco comunitario. Más vicioso no puede ser el círculo.

Como contraste, nos decían hace unos días que los costes laborales han subido para las empresas españolas más de un 5 %. Ese era el titular. Pero si se ahondaba en la información, se podría descubrir la razón de tal dato. Esa razón era el pago de las indemnizaciones por despidos de los más de dos millones de trabajadores despedidos en el último año y medio.

Si toda esta actividad económica, tanto privada como estatal, ha dado lugar a estos tan diferentes resultados, se puede afirmar que toda ella es resultado de una forma absolutamente conservadora, si no plutocrática, de actuar en política.

La guinda “talantosa” la ha puesto hoy un progresista jefe de prensa del ministro Corbacho, quien tras una ingenua pregunta de un periodista de TVE al titular de Trabajo, le ha amenazado con el clásico “vd no sabe con quién está hablando” seguido del no menos identificador “ me voy a enterar de quien eres y la vas a pagar”.Nadie debiera sorprenderse de que los progresistas zapaterianos así actúen, pero a mi me sigue sorprendiendo que nadie haya puesto, aun, de patitas en la calle a ese “señor”, lo cual me lleva a interrogarme sobre lo que estarían diciendo los miles de militantes del botafumeiro zapaterista si ese caso se hubiese dado en centros de poder “pepero”.

Y es que estos neo-progresistas, como sus colegas de acera, demuestran ser tan genuinamente de derechas como genuinos e inconfundibles son los torreznos que lo son de tocino de guarro. Como queríamos demostrar.