Me ha recordado esta tarde la intervención del candidato a la fuerza, Tomas Gómez, los últimos versos de los dedicados por Cervantes al túmulo de Felipe II, que rezan:
“Caló el chapeo, requirió la espada. Miró al soslayo, fuese, y no hubo nada”
Pues tal que así ha sido lo del candidato zapateril.
Ni proyecto político, el congreso no va de eso. Ni identidad política colectiva alguna. Por no tener ni tan siquiera coherencia personal. Ha afirmado una cosa y la contraria, esto no va de quítate tu para ponerme yo, y sin embargo esto si va de salir con una foto final del congreso que por la caras que en ella aparezcan, la gente vea que se ha cambiado.
Eso sí, nada de pactos con familias, no vaya a ser que me condicionen y no pueda hacer lo que quiera o lo que me manden. Y es que se olvidan que mientras más gente participa en la toma de decisiones, y más condicionado está el ejercicio del poder, más democracia hay.
Por el contrario, mantiene, hay que adaptarse, pero no dice a qué y menos por qué. Y el único objetivo que enuncia es hacer lo posible, así, en abstracto, para cooperar desde la FSM a ganar las elecciones generales. Otra bien intencionada piedra de las que el infierno político madrileño está empedrado.
P.D.: (lo de FSM, no es un lapsus, ¡qué rica mesa camilla que ganaba elecciones!)
“Caló el chapeo, requirió la espada. Miró al soslayo, fuese, y no hubo nada”
Pues tal que así ha sido lo del candidato zapateril.
Ni proyecto político, el congreso no va de eso. Ni identidad política colectiva alguna. Por no tener ni tan siquiera coherencia personal. Ha afirmado una cosa y la contraria, esto no va de quítate tu para ponerme yo, y sin embargo esto si va de salir con una foto final del congreso que por la caras que en ella aparezcan, la gente vea que se ha cambiado.
Eso sí, nada de pactos con familias, no vaya a ser que me condicionen y no pueda hacer lo que quiera o lo que me manden. Y es que se olvidan que mientras más gente participa en la toma de decisiones, y más condicionado está el ejercicio del poder, más democracia hay.
Por el contrario, mantiene, hay que adaptarse, pero no dice a qué y menos por qué. Y el único objetivo que enuncia es hacer lo posible, así, en abstracto, para cooperar desde la FSM a ganar las elecciones generales. Otra bien intencionada piedra de las que el infierno político madrileño está empedrado.
P.D.: (lo de FSM, no es un lapsus, ¡qué rica mesa camilla que ganaba elecciones!)
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