Dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española sobre el término “sectario” en una primera acepción que es “aquel que profesa y sigue a una secta”, en una segunda acepción, dice que “es el secuaz, fanático e intransigente de un partido o de una idea”. Como derivación lógica del término sectario, establece que sectarismo es “el celo propio del sectario”.
Sabido lo anterior y ateniéndome a ello pretendía demostrar que en el PSOE nacional y en el madrileño en particular predominan los sectarios y por ello el sectarismo.
Y digo pretendía, ya que si se aplica a los zapateristas la primera acepción, podría aceptar que, por seguir los mandatos sectarios de quienes hoy dirigen el partido, todos los neo-catecúmenos de esta nueva fe, la zapaterista, pudieran ser considerados como sectarios, pero si se aplica la segunda acepción del diccionario, estos podrán ser secuaces, que lo son, fanáticos, que también, y mucho más, intransigentes, puede que sean secuaces, fanáticos e intransigentes de un partido, pero secuaces, fanáticos e intransigentes de una idea……ni borrachos.
No porque no sean capaces de generar alguna idea, que si, todas aviesas, interesadas o simplemente malas, si no que en los siete años de zapaterismo que a cuestas llevamos, no han planteado ni una idea acorde con la historia, la identidad, la idiosincrasia, y los antecesores del PSOE.
El nuevo socialismo, no tiene nada de nuevo, es la rendición conceptual y practica a los poderes dominantes, con la consiguiente renuncia a la transformación social que la socialdemocracia más pausada, sensata, posibilista, y firme siempre ha defendido.
Es por ello, que estos “nuevos socialistas” de no sé qué vía muerta, parecen sectarios, cualquiera diría que lo son, ver lo de Leganés y lo de la gestora del PSM, pero si hacemos caso de la segunda acepción del diccionario de la Real Academia de la Lengua, no son ni sectarios, cuanto menos socialistas, que es más difícil.
Sabido lo anterior y ateniéndome a ello pretendía demostrar que en el PSOE nacional y en el madrileño en particular predominan los sectarios y por ello el sectarismo.
Y digo pretendía, ya que si se aplica a los zapateristas la primera acepción, podría aceptar que, por seguir los mandatos sectarios de quienes hoy dirigen el partido, todos los neo-catecúmenos de esta nueva fe, la zapaterista, pudieran ser considerados como sectarios, pero si se aplica la segunda acepción del diccionario, estos podrán ser secuaces, que lo son, fanáticos, que también, y mucho más, intransigentes, puede que sean secuaces, fanáticos e intransigentes de un partido, pero secuaces, fanáticos e intransigentes de una idea……ni borrachos.
No porque no sean capaces de generar alguna idea, que si, todas aviesas, interesadas o simplemente malas, si no que en los siete años de zapaterismo que a cuestas llevamos, no han planteado ni una idea acorde con la historia, la identidad, la idiosincrasia, y los antecesores del PSOE.
El nuevo socialismo, no tiene nada de nuevo, es la rendición conceptual y practica a los poderes dominantes, con la consiguiente renuncia a la transformación social que la socialdemocracia más pausada, sensata, posibilista, y firme siempre ha defendido.
Es por ello, que estos “nuevos socialistas” de no sé qué vía muerta, parecen sectarios, cualquiera diría que lo son, ver lo de Leganés y lo de la gestora del PSM, pero si hacemos caso de la segunda acepción del diccionario de la Real Academia de la Lengua, no son ni sectarios, cuanto menos socialistas, que es más difícil.
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