sábado, 26 de abril de 2008

APUNTE SABATICO

Aunque no lo parezca, esto va de matemáticas elementales, en concreto sobre la regla de tres. Pero vayamos por partes.
Conocí a Iñigo Henríquez de Luna cuando fui destinado como concejal-portavoz del PSOE en la junta municipal de Chamartín en junio de 2004. Allí gestionaba Iñigo, como concejal-presidente, los intereses del PP y se supone que los de los ciudadanos del distrito. Diré sin ánimo de ofender que es persona a las que antaño se llamaban de orden, convencional y de derechas de las de toda la vida de Dios. De buen trato en lo personal y poco flexible en lo político. Adscrito al sector de doña Aguierre-Newman, por ello miembro de la ejecutiva madrileña del PP, y yo diría que sin la originalidad suficiente y menos con el arrojo necesario para sin apoyos tácitos, lanzarse a la palestra con una propuesta cuyo copyright en España pertenece al PSOE, primarias para el PP.
Surge todo lo anterior por el resultado que el pulso de doña Espe al aparato del PP ha tenido, y que habiendo quedado chamuscada hasta el marquesado, han mirado el calendario y apuestan a más largo plazo. Pero lo cierto y verdad es que este chamuscamiento de la lideresa se ha dado en proporción más democrática que otros similares en el PSOE. Veamos.
Si los compromisarios a nombrar y elegir para el congreso de junio del PP son tres mil, y cualquier candidato alternativo al registrador de la propiedad, Rajoy, no la Corredor, necesita avales en número de seiscientos, esto significa que sus normas demandan un respaldo mínimo del 20 % de los compromisarios. Si a tres mil le corresponde el 100 %, a 600 le corresponde una quinta parte del total, es decir…..el 20 %.
De otro lado, en el pasado y tan apresurado como impuesto congreso extraordinario del PSM de julio de 2007, el congreso del desastre electoral, el congreso de la imposición del chiquito de Parla, a los candidatos a candidatos a secretario general del mismo se les exigió un mínimo de firmas equivalente al 25 % del total de los militantes que el PSM tenía a esa fecha en la provincia de Madrid, es decir, se les exigía una cuarta parte de ese total.
Como todos alcanzamos a entender sin más explicaciones, una cuarta parte es mas parte de un todo que una quinta parte, dicho de otra forma, las exigencias del aparato de Génova son menos estrictas que las exigencias del aparato de Ferraz, y tambíen, es algo menos complicado plantear alternativas en el seno del PP que en el interior del Psoe.
Dicho lo cual y demostrado matemáticamente, no me cabe ninguna duda de que ambos aparatos partidarios son exactamente igual de cerrados y reacios a cualquier contacto no ya con el exterior, sino, menos aun, con su propia salsa. Pues se van a cocer en ella.

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