LA REALIDAD ECONOMICA DE ZP

En los últimos días se están acumulando las pistas, más que pistas, realidades, que cuales milagrosos colirios pueden abrir los ojos tanto a aquellos que tuvieran alguna duda como a quienes su cerrilismo pro-Zp les impidiese ver cuál es la verdadera identidad de quienes nos gobiernan.

Ya sabemos todos que desde el nueve de marzo, a los del G-14 les han metido en el bolsillo por diversas formulas, no menos de 13 mil millones de euros, aun así, los ladrilleros, insisten en que se les han de aplicar mas medidas agresivas para que no se vean obligados a poner a más de quinientos mil trabajadores en la calle.

También sabemos de la “actualización” de los módulos de las viviendas protegidas; los han subido de un día para otro un treinta por ciento. A la vez, se ha exigido a Zp que demore por dos años, nada menos, las previstas actualizaciones, estas sí que solo actualizaciones, del salario mínimo interprofesional.

Hoy también nos enteramos que las cuentas públicas presentan unos resultados llamativos; mientras que para ir amoldando la conciencia del personal a esta mal llamada crisis, se dice que se ha reducido a la mitad el superávit que las cuentas públicas en el primer trimestre de este año respecto al mismo periodo del año pasado, nos dicen y no es compatible, que las cuentas de la Seguridad Social, en ese mismo periodo presentan un excedente de 10876 millones de euros, un 34 % más que el año pasado. Está claro que mienten para acentuar la psicosis de crisis que facilita la sumisión, al menos mental, del ciudadano de a pie.

En el mismo tiempo, con voz queda para que no haya escandalo, las empresas que en este país mandan, eléctricas y bancos, presentan resultados, y diríase que la llamada crisis no va con ellas. Crecen al 12%, caso Bankinter, el Sabadell solo logra incrementos de 4,7 %, La Caixa crece al 13 % hasta los 625 millones de euros y Unión Fenosa, por su parte, logra en el primer trimestre un incremento del 39,4 %, ya que alcanza los 454,6 millones de euros de beneficios en tres meses.

Junto a estos datos, aparecen otros que afectan al común de los ciudadanos. Los que la Asociación Nacional de Establecimientos Financieros de Créditos (Asnef-Equifax) nos facilita, y que ponen de relieve que el crédito al consumo ha caído, siempre en el primer trimestre de este año, nada menos que el 30 % respecto a 2007.

¿Y qué significa todo esto? Veamos:

1º: Que los de siempre siguen engordando económicamente, si bien a tasas inferiores a las que se habían acostumbrado.

2º: Que el engorde de unos es sobre la “hambruna” de otros.

3º: Que no están dispuestos a reducir sus tasas de beneficios y exigen que sus chicos, Sebastián y Solbes, Solbes y Sebastian, con Zp a la cabeza, les complementen el “lucro cesante”.

4º: Que la llamada crisis financiera no es tal, es crisis de confianza en el propio sistema, ya que dinero hay y en grandes cantidades, lo que sucede es que no se fían entre sí unos de otros ya que las malas prácticas del pasado reciente, que alegremente les llevaron a tomar riesgos excesivos, han hecho que se contraiga la circulación de esas masas de dinero que al girar provocan la suficiente fuerza de atracción financiera, si es que así se puede llamar, para que no se desmorone esa noria de dinero ficticio.

Y 5º : Que los trabajadores están en el punto de no poder soportar más expoliación fiscal, IRPF e IVA, para que, recibiendo cada día menos y peores servicios del menguante estado de regular-estar, sus aportaciones sigan acabando en los bolsillos de los plutócratas.
Por todo lo anterior queda demostrado como actúan al unísono los poderosos, los de la política y los del dinero, en contra de los trabajadores, lo cual no es nuevo, pero sí su evidencia, y más a más, se acabará probando más temprano que tarde, que las medidas, agresivas o no, que plantean unos y otros, son radicalmente equivocadas, ya que malamente se puede soportar una economía como la española en el ladrillo y el consumo interno, si la masa de ciudadanos que habría de ser la que tales actividades económicas impulsasen, estuviesen como están, escuálidos desde el punto de vista económico, y con unas perspectivas de salarios a la baja, ahorros sin retribución alguna, servicios públicos disminuyendo, intereses crecientes e inflación subiendo.

Quizás todo esto permita a Zp, en un futuro nada lejano, preocuparse, en vez de por los que no tienen de todo, por los muchos que prácticamente no tienen de nada, pero que siempre guardarán una buena butifarra electoral para regalar.