Así titulaba ayer el periódico del gorrino pirata, el zetaperista “Publico”, un artículo sobre el príncipe de la paz, sobre el valido de Carlos IV, Manuel Godoy. En él se hacia un rápido repaso a la meteórica ascensión de soldado raso a ministro en una década, y a mí, salvando las circunstancias especificas de este personaje, me parecía que hablaban de otro.
A nadie se le oculta que para llegar a ministro hay que ser, en cualquier tiempo, no solo codicioso, sino ambicioso y desalmado, ya que no otros perfiles demanda la acción política, y estas características personales han de ser mezcladas con el histrionismo de actores más o menos consumados, a fin de que la cotidiana mentira que al pueblo hay que dar sea al menos temporalmente creíble, credibilidad que, en caso de fallar las dotes propias, se alcanza fácilmente untando a los medios que de forma goebeliana repetirán lo que el poder mande.
Pues bien, si esto era y es así, y como antes decía la tal lectura me transportó a visualizar la cara de otro personaje de este siglo, ya 21, ese mismo desplazamiento mental me llevó a establecer un cierto paralelismo entre como Godoy firmo el tratado de Fontainebleau, base documental que sirvió para la posterior invasión napoleónica y como hoy el “príncipe de los dineros” está iniciando los fundamentos de un tratado con los banqueros-eléctricos para invadir y apropiarse de una porción importantísima de los haberes de los ciudadanos.
Sebastián, que no de otro hablo, sin traicionar a nadie, ya que nunca ha ocultado su amor a este mercado, el que manipulan los plutócratas, que nunca ha ocultado su afinidad con los poderosos, que nunca ha ocultado su adscripción neoconservadora tanto en lo social como, sobre todo en lo económico, este escalador del poder, se apresta a perpetrar la más alta traición a la tradición que el partido, en el que no milita, tenía en su frontispicio, y cito textualmente lo que aparecía en el carnet de toda la vida del Partido que antaño era Socialista, Obrero y Español, “el Partido Socialista declara que tiene por aspiración: la organización de la sociedad sobre la base de la federación económica, el usufructo de los instrumentos de trabajo por las colectividades obreras, garantizando a todos sus miembros el producto total de su trabajo….”
Hoy este ministro codicioso, que ya se ha demostrado polivalente al servir a señor tan proclive a la socialdemocracia como es el director-regente de eso que llaman “El Mundo”, este ministro y la gente que tiene colocada en hacienda, en la oficina económica de presidencia del gobierno, en la comisión nacional del mercado de valores, en el ministerio de la vivienda, en el nuevo de innovación y desarrollo, y en áreas especificas de Fomento, y que al tiempo mantiene indirectamente su actividad de intermediación financiera, este ministro es una de mis esperanzas sobre las que fundamento no pocas posibilidades de una deseable invasión de cordura ciudadana que derroque al absolutismo zapateril.
Son tales los excesos que este tipo único ha venido cometiendo, y tales los enemigos que se ha ido creando, que de persistir en este camino, y con el cargo regalado se le da bula para reincidir, es seguro que sus desmanes, en caso de que el adormecimiento ciudadano persista, llevarán, vía escándalos y abusos económicos, no solo a que tengamos un nuevo motín de Aranjuez que lo relegue al papel que le corresponde, profesor asociado con nueve alumnos por curso, sino lo que es mas transcendente, a que su caída arrastre al Carlos IV que lo sostiene. Amén.
A nadie se le oculta que para llegar a ministro hay que ser, en cualquier tiempo, no solo codicioso, sino ambicioso y desalmado, ya que no otros perfiles demanda la acción política, y estas características personales han de ser mezcladas con el histrionismo de actores más o menos consumados, a fin de que la cotidiana mentira que al pueblo hay que dar sea al menos temporalmente creíble, credibilidad que, en caso de fallar las dotes propias, se alcanza fácilmente untando a los medios que de forma goebeliana repetirán lo que el poder mande.
Pues bien, si esto era y es así, y como antes decía la tal lectura me transportó a visualizar la cara de otro personaje de este siglo, ya 21, ese mismo desplazamiento mental me llevó a establecer un cierto paralelismo entre como Godoy firmo el tratado de Fontainebleau, base documental que sirvió para la posterior invasión napoleónica y como hoy el “príncipe de los dineros” está iniciando los fundamentos de un tratado con los banqueros-eléctricos para invadir y apropiarse de una porción importantísima de los haberes de los ciudadanos.
Sebastián, que no de otro hablo, sin traicionar a nadie, ya que nunca ha ocultado su amor a este mercado, el que manipulan los plutócratas, que nunca ha ocultado su afinidad con los poderosos, que nunca ha ocultado su adscripción neoconservadora tanto en lo social como, sobre todo en lo económico, este escalador del poder, se apresta a perpetrar la más alta traición a la tradición que el partido, en el que no milita, tenía en su frontispicio, y cito textualmente lo que aparecía en el carnet de toda la vida del Partido que antaño era Socialista, Obrero y Español, “el Partido Socialista declara que tiene por aspiración: la organización de la sociedad sobre la base de la federación económica, el usufructo de los instrumentos de trabajo por las colectividades obreras, garantizando a todos sus miembros el producto total de su trabajo….”
Hoy este ministro codicioso, que ya se ha demostrado polivalente al servir a señor tan proclive a la socialdemocracia como es el director-regente de eso que llaman “El Mundo”, este ministro y la gente que tiene colocada en hacienda, en la oficina económica de presidencia del gobierno, en la comisión nacional del mercado de valores, en el ministerio de la vivienda, en el nuevo de innovación y desarrollo, y en áreas especificas de Fomento, y que al tiempo mantiene indirectamente su actividad de intermediación financiera, este ministro es una de mis esperanzas sobre las que fundamento no pocas posibilidades de una deseable invasión de cordura ciudadana que derroque al absolutismo zapateril.
Son tales los excesos que este tipo único ha venido cometiendo, y tales los enemigos que se ha ido creando, que de persistir en este camino, y con el cargo regalado se le da bula para reincidir, es seguro que sus desmanes, en caso de que el adormecimiento ciudadano persista, llevarán, vía escándalos y abusos económicos, no solo a que tengamos un nuevo motín de Aranjuez que lo relegue al papel que le corresponde, profesor asociado con nueve alumnos por curso, sino lo que es mas transcendente, a que su caída arrastre al Carlos IV que lo sostiene. Amén.
Añadido de última hora: Según todos los medios el paro se dispara en el primer trimestre como no lo hacia hace 15 años. ¿No será mas cierto dicho como sigue?. A los amigos de Sebastian y Zp se les va la mano y ponen en la calle a 246.000 trabajdores.
1 comentario:
Estimkado amigo, veo que eres militnte del psoe pero no tienes pelos en la lengua. Los que vivimos en provincias no sabemos nada de esto que cuentas de este ministro y de ningún otro, excepto el que se presenta por nuestra provincia.Por eso estamos más ciegos, aunque no tanto y menos aún tontos. agradecida por tu trabajo
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